Hoy, más que una lección de amistad he aprendido una lección de civismo.
Me explico: Serían alrededor de las 14 PM, y me encontraba yo casualmente con Lily Pallen (otra usuaria de este foro), aún recobrando las fuerzas tras haber pasado ayer nochevieja en su casa. Nos decidimos a comer de una vez, pues no habíamos desayunado nada y yo personalmente me estaba empezando a marear. Recogimos todo y nos dispusimos a ver qué podíamos comer, y tras unas deliberaciones decidimos ir al McDonalds que quedaba más cerca de su casa. Todo fue según lo previsto: hamburguesas y patatas de un euro poblaban la mesa, junto con los nuggets que pidió Lily. Una comida que nos entró fantásticamente en nuestros famélicos brony-estómagos. Y fue mientras estábamos haciendo un café cuando ella se dio cuenta:
- Oye, ¿has visto la niña de la mesa del fondo? ¡Le ha tocado una Fluttershy en el Happy Meal!
Yo no podía dar crédito a mis ojos: la promoción de juguetes de My Little Pony de McDonalds salió hace ya bastante tiempo, porque recuerdo que cuando vi uno por primera vez aún ni siquiera conocía la serie. Yo pensaba que dicha promoción ya estaría más que acabada, y que habría sido sustituida por muñecos de alguna película reciente de dibujos animados. Pero no: ahí veía en la lejanía a Fluttershy, con su incofundible crin rosada.
Empecé a plantearme si podría cogerme un Happy Meal para conseguir una, pero ya no me quedaban ni dinero ni espacio en el estómago. Entonces me lamenté por no haber mirado antes lo que regalaban con el Happy Meal, ya que jamás antes he tenido merchandising de MLP. Tras discutir un seguido de alocadas ideas como robarle a la niña a su Fluttershy o intentar chantajearla o sobornarla de algún modo, abandoné la idea de conseguir a Fluttershy aquél día.
Y esto fue lo que pasó: cuando nos decidimos a irnos, las bandejas estaban sobre la mesa esperando a que nosotros, como buenos ciudadanos, las lleváramos al sitio donde hay que dejarlas y tiráramos los restos de comida. En un principio parecía que íbamos a irnos sin hacerlo, pero luego le dije a mi amiga: "venga, vamos a dejar las bandejas donde toca, que está feo dejarlas aquí". Y allí fue donde la encontré:
Sobre la basura, arrinconada junto a las bandejas, alguien había dejado una Fluttershy sin abrir. Ignoro quién fue el desalmado que cometió tal atrocidad, pero gracias a él encontré el que es mi primer pony de carne y hueso (o más bien de plástico y pelo sintético :P).
Y esta es la lección que he aprendido hoy: no sé si realmente ha sido cosa del destino o qué, pero gracias a realizar un pequeño y tonto acto cívico he conseguido a mi favorita de las Mane 6 by the face, y me he alegrado el día.
Y esto es todo por hoy. Un saludo de tu leal súbdito,
Halomanillo
: es bueno ver que hay Ponys que me escriben a parte de las mane 6 , y claro espero que esta lección de vida que has aprendido hoy os sirva para un futuro ^.^ con cariño 
