Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor agustin47 » 10 May 2015, 09:31

Me parece curioso que le pongas ese coche a Rainbow, yo le hubiera puesto un Super GT y me quedaba tan ancho. Me está gustando, la verdad.
Los milagros no son gratuitos.

La ignorancia a veces puede significar felicidad, y en este caso, la nuestra resulta ser una verdadera bendición.


-Sayaka Miki
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 16 May 2015, 19:35

CAPÍTULO 1: Twilight Sparkle

Hola, Sg91:

Soy Scrittore Passione.

Soy consciente de que me tardé en empezar a leer esta historia, pero tengo otras cosas en mente: un trauma porque dejaste bloqueada la historia de “Amor de madre”, xdxdd; mi curso de atención al público, mi taller de tertulia literaria de los martes, mi abuela, otros fanfics que estoy leyendo, etc. No obstante, mejor voy al grano.

LAS CARACTERÍSTICAS DEL CAPÍTULO
Me sorprendió que el CP 1 fuera muy breve, no sé cuántas palabras serían exactamente, pero no creo que llegase a 3000; lo cual es raro porque sueles llegar a unas 10.000 o más. Por lo visto quisiste hacer un primer contacto muy breve y conciso para, que el lector se acostumbrase a la historia.

El narrador fue omnisciente mezclado con bastantes diálogos a partir de la segunda mitad del episodio.

Describiste mucho los lugares donde se desarrolla la acción, y nada el físico de los personajes. Por ejemplo, ¿Moondancer es rubia o morena? ¿Lleva falda o pantalones? ¿Se maquilla? ¿Qué ropa llevaban Twili y Spike?

LUGARES
Veo que basaste la ciudad de Liberty City en New York, lo cual se ve en las fotografías. El parque de Middle Park está basado en Central Park.

TWILIGHT
Mencionaste a su padre, el cual quería que ella estudiase derecho, pero no nombraste a su madre ¿Acaso en esta historia la chica es huérfana? Tampoco dijiste nada de su hermano mayor.

Me llamó la atención la historia de la adopción de Spike. Especialmente porque dijiste que el papeleo aun no estaba resuelto.

SPIKE
Incluso en este fic ejerce de mano de obra infantil, xdxdd. Hay cosas que nunca cambian. Lo que más me gustó fue el caso de su adopción, dado que su papeleo no está completamente arreglado espero que el tema lo desarrolles más; y que tenga un poco más de protagonismo que en la serie.

MOONDANCER
De modo que es librera, xd, buena combinación con Twilight. Aunque por ahora sabemos poco de ella. Al parecer quiere mudarse a otro lugar más cultural, pobre, no sabe que la cultura no vende, bueno… vende dentro de un público reducido, pero no a gran escala. Que se lo pregunten a las salas de teatro, la mayoría están medio vacías; en cambio los estadios de futbol están llenos.

Ya lo dice el refrán «Al pueblo pan y circo». Lo más grave es que el pueblo puede soportar sumisamente que le quiten el pan, pero no aguanta que le quiten el circo, por eso cada vez hay más circo y menos pan.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
Nos leemos.



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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 18 May 2015, 21:12

CAPÍTULO 2
Leído por Scrittore Passione

Hola, Sg91:

CARACTERÍSTICAS DEL CAPÍTULO
Lo bueno de hacer capítulos cortos es que puedo leerlos por la noche, xdxdd.

Hasta ahora creía que el triatlón era una mezcla entre natación, ciclismo y carrera a pie. Pero aquí las modalidades fueron carreras de helicóptero, paracaidismo, lanchas acuáticas y carreras de coches. Por cierto, ¿Dash diseño un coche F620? Eso me extrañó ¿Desde cuándo es diseñadora de vehículos?

Rainbow en este fic sigue siendo una presumida, pero con mucho peor carácter que en la serie; porque en la serie aunque presuma no se dedica a humillar a otros ni tampoco a insultarles. A lo que hay que sumar que casi atropella a Twilight, me hubiese gustado que la pusiesen una multa.

THUNDERLANE
Por lo visto en esta versión hace de mejor amigo de Rainbow, seguramente aquí ella no conoce aun a Fluttershy.

Dijiste que normalmente ninguno de los compañeros de piso de Dash había aguantado más de dos semanas con ella, pero Thunderlane había conseguido batir y superar la marca de medio mes. Y eso de por sí ya era todo un logro. Veamos… un mes tiene cuatro semanas y media ¿Qué diferencia hay entre dos semanas y medio mes? Ninguna, es el mismo tiempo. ¿No hubiese sido más lógico decir que Thunderlane había aguantado 3 semanas o más viviendo con Dash?

MOONDANCER
Ella tuvo razón. Rainbow estuvo a punto de atropellar a Twilight, y encima no se disculpó, se puso chulita.

RAINBOW DASH
Sigue teniendo su encantó pero este se basa en conocer su nueva personalidad. Es una buena atleta pero una inmadura. Al final, los otros atletas se volverán contra ella. Thunderlane es el único que la soporta. Mmm, no sé quién me da más pena, si ella o él.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
Nos leemos.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 30 May 2015, 18:45

CAPÍTULO 3
Scrittore Passione

Hola, Sg91:

Por lo visto Alderney no está bien vista por la gente de Liberty City. Tú mismo dices que « la antipatía de los libertonianos por los aldernianos era más que palpable, por lo que siempre mantenían las distancias» Jopeta. ¿A qué se debe su enemistad?

Por lo visto Alderney está dividida en zonas muy diferentes unas de otras; desde la parte de lujo, pasando por la zona industrial hasta llegar a los barrios humildes.

PINKIE
Me gustó que planteases que quiere entrar en una escuela de repostería de prestigio. Si solo se hubiese dedicado a hacer de niñera y preparar fiestas hubiese sido un personaje aburrido, pero no fue así. Vimos a una chica que quiere ganarse su sueño por si misma, a pesar de la adversidad, eso lo hace un personaje interesante.

MAUD
Dijiste que vivía en San Andreas pero no mencionaste a qué se dedicaba. ¿Tan bien le va como para pagarle los estudios a Pinkie? ¿En qué trabaja? Por otro lado ¿Cómo es que Maud vive en San Andreas? No lo explicaste. Comprendo que Pinkie no quisiese aceptar el dinero de su hermana mayor, pero creo que esta última se sintió frustrada por ello. Aunque Maud respete la decisión de Pinkie, ella misma lo dice “Pinkie, sabes que una de las cosas que menos me gustan es verte infeliz. Soy tu hermana mayor, y como tal debo cuidar de ti cuando lo necesitas”. Pobre Maud.

LA MADRE DE PINKIE
No sé pero noté que no terminó de tener suficiente juego, pudo hacer algo más, cualquier cosa. Seguir a su hija por toda la casa tratando de hablar con ella, entrar en su habitación, hablar con su marido… O sea, a Pinkie y a Maud se las dio más fuerza y chuparon más cámara pero su madre se quedó con tan solo una pequeña escena.

¿Y donde se supone que está el resto de la familia Pie? Creía que eran cuatro hermanas: Pinkie, Maud y dos pequeñas. ¿Y el padre de Pinkie?

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 31 May 2015, 11:05

Capítulo 4
Rarity.

Hola, Sg91:

Vaya, cambiamos de escenario. Ahora estamos en Vice City en vez de en Liberty City. Te basaste en la ciudad de Miami, según tus notas finales; por un momento pensé que sería Chicago por lo del crimen organizado.

Al parecer desde principios de la década de los 80 hasta 2007 el crimen en Vice City se fue debilitando cada vez más y más; pero en la llegada de Magnum Belle volvió a retomar el negocio de la droga. De modo que su esposa se llama Pearl, por fin se menciona el nombre de los padres de Rarity, en la serie nunca se dijo cómo se llamaban.

Lo que resulta curioso es el caso del señor Magnum. Tenía armas pero no las usaba, no formaba parte de ninguna organización mafiosa reconocida, pero logró retomar el negocio de la droga con notables resultados. ¿La policía no le detuvo? ¿Por qué? Aunque no hubiese cometido ningún acto violento, el tráfico de drogas es un delito.

Rarity sustituye a su padre en el negocio. Je, je, ella prueba las mercancías de la droga pero luego la escupe para no tragársela, o sea que no llega a consumirla.

“Cuando llegaron por primera vez a la ciudad, Sweetie Belle no era más que una niña de tres años, mientras que ella era una adolescente de quince”. Ok, eso significa que Rarity es 12 años mayor que su hermana, de modo que si actualmente Sweetie ha cumplido 9 años, entonces Rarity tiene 21.

Fue tierno cuando Rarity le respondió a su hermanita que no quiere que ella siga sus pasos en el negocio de la droga, prefiere que la niña sea cantante. Además posteriormente en el despacho Rarity parece reprochar a su padre que escogiese la profesión de traficante de drogas; eso también se lo podría aplicar a si misma.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
Nos leemos.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Sg91 » 01 Jun 2015, 20:48

Capítulo 8

Paz y amor


El constante piar de los pájaros como cada mañana ayudó a Fluttershy a despertarse, afrontando el nuevo día con alegría y dinamismo; el clima en plena costa y en las faldas de una montaña era ideal para alguien como ella, y aun a pesar de la humedad conseguía descansar bastante bien. Los primeros rayos del sol comenzaban a bañar las aguas del pacífico, despertando a una San Andreas que aún no se había ni desperezado.

Aunque ese era uno de esos pocos días en los que abandonaba, aunque solo fuera por unas horas, su vida de ermitaña y se acercaba a la civilización para comprar comida tanto para ella como para sus animales, además de otros productos para ellos como medicamentos o botiquines de emergencia, ya que más de una vez había requerido de uno en sus tantos paseos por la costa este del condado de Blaine.

Aunque nada más levantarse lo primero que hizo es ir al baño para asearse un poco y luego fue a desayunar; tanto Ángel como su gato se despertaron al notar actividad por parte de su dueña, pegándose a ella enseguida.

-Buenos días… ¿habéis dormido bien?

Por su parte Ángel miró a la chica moviendo su nariz, al tiempo que el gato se enroscaba entre sus piernas, demandando mimos y comida. Fluttershy no se hizo de rogar y preparó la comida para ellos y su propio desayuno también.

La cabaña de Fluttershy no siempre había estado ahí. De hecho ella misma pidió permiso para construirla cuando llegó al lugar por primera vez, aunque como el monte Gordo no entraba dentro de ninguna jurisdicción al ser una de las zonas más apartadas del condado de Blaine, no la pusieron ningún impedimento y ella se instaló sin problemas. Era una construcción bastante modesta, sin apenas acceso a ningún servicio básico como agua o electricidad, aunque tenía varias velas para alumbrarse por las noches, un par de linternas en caso de necesitar más luz, limitando su uso la gran mayoría de las veces, un hornillo que funcionaba a gas para calentarse tanto agua como leche o cualquier otra cosa que necesitara, y poco más. Por decisión propia había excluido de su vida cualquier modernidad o elemento propio de los tiempos actuales, viviendo más propiamente como lo hacían en el siglo XX. Aunque había ciertas excepciones de las que no podía desprenderse así sin más.

-Bueno, pues me voy a comprar, pequeñines, procuraré no tardar demasiado. Trataré de estar de vuelta para la hora de comer-le dijo ella tanto a Ángel como a su gato, una vez que terminó de desayunar.

Ambos animales la miraron inquisitivamente, como si la estuvieran pidiendo más comida; Fluttershy les acarició con cariño, cogió una bolsa de tela que siempre llevaba consigo cada vez que salía, y se dirigió al exterior.

El limpio aire de la montaña traía consigo olores de todo tipo, entre ellos al de tierra mojada por el rocío de la mañana, a lavanda, ya que allí cerca crecían varios matorrales de esta hierba, y a salitre también, por la influencia del pacífico. Fluttershy rodeó la cabaña, dirigiéndose hacia la parte posterior, donde había un pequeño garaje; abrió la puerta dejando a la vista una furgoneta surfer de color marrón y blanco, un tanto desgastada y oxidada, siendo obvio que había visto mejores días. Esa surfer era una de las pocas cosas modernas que aún conservaba, principalmente porque la venía bien sobre todo en días como esos en los que iba a comprar y nada más; su espacioso interior la servía para transportar todas las compras necesarias y no tener así que salir de nuevo en por lo menos casi un mes. Además, en el caso de necesitar transportar a un animal herido por la razón que fuera, era muy práctica también.

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Surfer


Tuvo que sacarla primero para poder cerrar la puerta del garaje y, una vez lista, se dirigió hacia su primer destino: Animal Ark. En cuanto alcanzó el camino de tierra que llevaba hacia la carretera Fluttershy puso la radio, sintonizando su emisora favorita, WorldWide FM, por donde pasaban música chillwave, de ambiente y de jazz, con algún que otro tema de deep house. Esa era la única emisora que escuchaba, puesto que consideraba a las demás muy ruidosas en comparación. Con esta al menos podía relajarse mientras conducía, ya que el hecho en sí tampoco es que la gustara demasiado. En ese momento se encontraba sonando The place de inc., por lo que se dejó llevar mientras conducía hacia la tienda.



El viaje le llevó por lo menos media hora; el paisaje cambió enseguida, de las húmedas y verdes laderas del monte pasó al seco y árido desierto de Gran Señora, llegando a ver de camino las fértiles y húmedas tierras de Grapeseed. Aunque a Fluttershy no le gustaba esa parte del condado de Blaine, no tenía otra opción que pasar por allí, puesto que Animal Ark, la tienda de comida para animales, se encontraba situada en Harmony, una comuna muy al este del gran y vasto desierto.

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Desierto de Gran Señora


Aun a pesar de que el paisaje desértico era cálido y abrasador, sabía que su ambiente árido propiciaba la aparición de otros tipos de animales que normalmente no encontraría en las laderas del monte Gordo; los coyotes eran uno de esos tantos animales, llegando a observar a un par de ellos no muy lejos de la carretera. También llegó a ver sobrevolar sobre el parque natural de Gran Señora un grupo de águilas, en busca de algún pequeño mamífero que cazar.

-La naturaleza es fascinante…-pensó Fluttershy, observándolos desde la distancia.

-¡Mueve esa pedazo de chatarra, tía!-exclamó en ese momento una voz ronca tras ella.

Fluttershy miró por el retrovisor y vio entonces a uno de los tantos rednecks que habitaban la zona conduciendo un todoterreno BF Injection; de golpe y porrazo el redneck la adelantó, haciendo sonar el claxon reiteradamente hasta que finalmente la dejó atrás. Por su parte Fluttershy tan solo apretó con fuerza el volante, tratando de ignorar el hecho en sí.

-Sólo serán unas horas, sólo serán unas horas-se recordó a sí misma.

Era en esos momentos cuando más recordaba por qué vivía apartada de la sociedad; nunca la había gustado las grandes concentraciones de gente, y de la misma forma, nunca la había gustado la gente. No era misantropía ni nada por el estilo, sino simple miedo. Miedo infundado desde que era pequeña y por razones que siempre se guardaba para sí. Rara vez hablaba con alguien, y no era propio de ella dirigirse a una persona desconocida así sin más.

De camino hacia la tienda pasaba siempre al lado de Sandy Shores, un pueblo situado a la orilla del mar de Álamo que vio mejores días; durante aquellos maravillosos años setenta destacaba por ser un destino turístico muy demandado, lleno de vida y actividad aprovechando su buena posición. Lo que empezó siendo un pequeño asentamiento para caravanas, con algún que otro negocio turístico, fue creciendo y creciendo, llegando a convertirse en un mediano y pintoresco pueblo en el que la gran mayoría de ciudadanos de Los Santos iban a veranear y a hacer deportes acuáticos en el mar de Álamo. Pero con el paso del tiempo, la salinidad del mar aumentó exponencialmente; eso, unido a la mano del hombre, el vertido de fertilizantes y otros deshechos hicieron al mar impracticable en todos los aspectos. De la misma forma que surgió, Sandy Shores degeneró rápidamente, quedando ahora tan solo restos de lo que alguna vez llegó a ser, siendo hogar de las pocas personas que decidieron quedarse y seguir con sus vidas.

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Sandy Shores


Sin embargo ella nunca paraba allí, por lo que continuó en dirección hacia la ruta 68 que la llevaría directa hacia Harmony. Pasó al lado de varias antenas parabólicas y continuó todo recto por la ruta 68 hasta que finalmente llegó a la comuna. Al contrario que Sandy Shores, Harmony no pasaba de ser un muy pequeño asentamiento donde se concentraban algunos servicios, entre ellos la tienda de animales, un par de tiendas de ropa, un pequeño supermercado, un taller mecánico, una escuela, una sucursal del banco Fleeca, una cementera, un par de moteles, almacenes varios y poco más.

Nada más llegar aparcó justo enfrente de Animal Ark y comprobó si había alguien más antes de salir, una extraña costumbre que tenía. Al otro lado del ancho parking, enfrente de una farmacia, un grupo de personas charlaban animadamente, aunque no miraban hacia ella, y tampoco parecían haber notado su presencia. Una vez que estuvo cien por cien segura que nadie se había fijado en ella, Fluttershy bajó de la furgoneta y entró en la tienda.

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Animal Ark


Dado que compraba allí al menos una vez al mes y se llevaba una buena cantidad de pienso y comida para animales, el dependiente la conocía de visitas previas y siempre la saludaba al verla; era un hombre de mediana edad, de pelo castaño, ocultado tras una gorra marrón de la emisora Rebel Radio y vestido con una camisa a cuadros rojos y negros y unos vaqueros azules.

-¡Hombre, Fluttershy, me alegro de volver a verte, como cada mes!

-Ah, hola Tim…

-Sí, algo me decía que bajarías hoy… ¿lo de siempre?

-Por favor.

Como siempre pedía lo mismo, Tim ya sabía cuál iba a ser su pedido, por lo que no hacía falta preguntarla nada más. La tienda era bastante grande, y siempre tenía ese característico olor a pienso impregnado en el ambiente, un olor agradable para la chica y al que ya estaba acostumbrada. Mientras Tim iba reuniendo el pedido, Fluttershy echó un vistazo a las baldas más cercanas, llegando a ver varias jaulas con unos animales en su interior que la resultaban familiares.

-Oh ¿estos no son jerbos?

-Oh, sí, me los trajeron la semana pasada, para diversificar un poco. No los vendo ni a tiros.

El ceño de Fluttershy se frunció, dibujando un gesto en su cara complicado de adivinar; había un total de cuatro jaulas, cada una con un jerbo en ella.

-Me los llevo.

-¿A los jerbos?

-Sí, a todos, añádelos al pedido.

-Ah, bien. Jo, Fluttershy, eres un regalo caído del cielo, te vamos a tener que hacer clienta honorífica…

Frente a ese comentario la chica no dijo nada, tan solo mantuvo un gesto imperturbable mientras esperaba. Tim apenas tardó cinco minutos en reunirlo todo, mientras hacía cálculos con la caja registradora.

-Vale, vamos a ver… veinte kilos de pienso para mamíferos, otros cinco para carnívoros, herbívoros y omnívoros, verduras en tacos y los jerbos salen a… 230,50 dólares.

Sin hacer ningún solo comentario acerca del elevado precio, Fluttershy sacó su cartera del bolso de tela que llevaba consigo y pagó en efectivo la cantidad aproximada de 232 dólares; Tim aceptó el dinero sin remilgos y fue a devolverla la diferencia, pero ella la rechazó secamente.

-¿Te ayudo a cargarlos?

-Sí, por favor.

Normalmente siempre se ofrecía a ayudarla, ya que la gran cantidad de sacos que se llevaba, y de un tamaño más que considerable, no se transportaban todos de una sola sentada, y casi siempre requerían de varios viajes que se acortaban gracias a que siempre aparcaba al lado de la puerta.

En ningún momento Fluttershy explicaba para qué necesitaba tanta comida, y Tim tampoco preguntaba, pero el hombre siempre se había preguntado para sus adentros cómo conseguía todo el dinero que siempre le pagaba. No era que se quejara ni nada por el estilo, de hecho estaba más que encantado de verla cada mes, aunque la curiosidad por saber algo más de tan misteriosa chica siempre estaba ahí.

Una vez que terminaron de cargar todos los sacos en la parte de atrás de la furgoneta, Fluttershy se despidió de Tim y cerró el coche con llave antes de dirigirse al otro lado de la carretera, esta vez para comprar cosas para ella. Justo enfrente del Animal Ark había un 24/7, una conocida franquicia de tiendas que vendían productos de todo tipo y siempre estaban abiertas las veinticuatro horas del día. Por su parte siempre compraba allí, ya que era la que más cerca la quedaba relativamente hablando, puesto que tenía que atravesar la mayor parte de Gran Señora para llegar hasta ella.

Sus interiores siempre solían ser muy similares y no particularmente grandes, pero a ella eso le daba igual puesto que ya sabía qué comprar; normalmente siempre llenaba la cesta de comida enlatada ya que era lo único que podía conservar en su cabaña, y normalmente solía coger verduras, arroz, algo de lácteos, legumbres y pan. Nunca cogía nada de carne puesto que, aparte de que apenas la podría conservar, nunca la comía ya que se consideraba vegetariana y se juró a sí misma no volver a comerla hace mucho tiempo.

Mientras llenaba la cesta, oyó a la puerta abrirse y una voz con un marcado acento sureño exclamar.

-¡Maldita sea, Apple Bloom, te tengo dicho que no salgas de casa sin haber pasado por el baño antes! ¡Vas a llegar tarde a clase!

-¡Ya te he dicho que lo hice, pero me ha dado ahora, justo cuando veníamos!

-¡Agh, está bien, pero date prisa, por favor! ¿Quieres que te ayude?

-¡Por favor, Applejack, que no soy ninguna niña ya!

-Sabes que técnicamente lo sigues siendo ¿verdad?

-¡Agh, dame un respiro!

Vio entonces la figura de una niña pequeña pelirroja corriendo hacia el baño, aunque apenas la prestó atención, puesto que estaba tratando de elegir qué espárragos llevarse. Finalmente, tras un breve momento de indecisión, cogió los más baratos; quiso meterlos en la cesta, pero descubrió que esta se encontraba llena. Fue a por otra hacia la puerta, pero nada más doblar la esquina del estante se chocó de frente con alguien, soltando por inercia los espárragos y cayendo al suelo, haciéndose añicos el frasco.

-¡Oh, mierda, lo siento, iba distraída!-exclamó entonces la anterior voz sureña que oyó.

Fluttershy alzó la visita y vio a una chica que aprecia ser de su edad mirándola con un gesto de disculpa; vestía una camisa naranja con destellos blancos y vaqueros desgastados con un par de botas marrones. Era rubia y de ojos verdes, con ligeras pecas en unas mejillas bronceadas, aunque lo que más destaca de ella era un sombrero stetson amarronado.

-¿Los espárragos eran tuyos? Lo siento, déjame que te los pague…

-Ah, no, no es nada, no hace falta…

-No, hombre, es lo mínimo que puedo hacer…

Antes de que Fluttershy pudiera decir nada más, la voz de la niña exclamó desde el baño.

-¡Applejack, ven, te necesito!

-Oh, espera un momento…

En cuanto la tal Applejack se fue, ella aprovechó para coger otros espárragos, pagarlo todo, y marcharse rápidamente. Para cuando la chica rubia regresó, Fluttershy ya no estaba.

-Esto… perdone ¿dónde está la chica de los espárragos?-inquirió ella al dependiente, el cual se acercaba con una fregona para recoger el desastre.

-Acaba de marcharse a toda prisa, pagó el equivalente a una cena de acción de gracias en enlatados y desapareció al otro lado de la calle.

A eso Applejack arrugó el ceño, un tanto extrañada por la actitud de la chica. Miró hacia la calle por si la veía, pero no llegó a verla de nuevo, salvo la figura de una maltrecha furgoneta surfer alejándose de allí.

Fluttershy regresó por donde había venido, pensando sobre todo en lo que había pasado; en cierta forma se encontraba un tanto extrañada, ya que la chica se había disculpado con ella y además se había ofrecido a pagarla los espárragos. Aunque no lo pareciera, eso para ella había sido toda una sorpresa. Se hubiera esperado cualquier cosa, imaginándose todos los escenarios posibles; que la hubiera increpado de mala manera era el que más había contemplado, pero no había sido el caso, para su eterna sorpresa. De alguna forma u otra esa chica se había mostrado amable y cercana, sin darle importancia al hecho en sí. Cualquier otro la hubiera echado la culpa a ella, como bien se hubiera esperado.

Sin embargo prefirió dejarlo estar, puesto que pensarlo demasiado la distraía, enfocándose en la carretera. En un cuarto de hora volvió a estar de nuevo en Sandy Shores, pasando por la carretera colindante sin llegar a entrar en la localidad. Continuó todo recto durante unos cuantos metros, pero entonces llegó a ver una colorida figura a mano derecha que la llamó la atención. El perfil de una colina pintada con colores de todo tipo y con dibujos inspirados en aliens y ovnis destacaba enseguida de entre el arenoso paisaje del parque nacional de Gran Señora. Fluttershy conocía ese lugar, puesto que había llegado a estar un par de veces. La colina de Beam me up era como una especie de punto de reunión para la gente que creía tanto en ovnis, extraterrestres o cualquier otra persona que buscara un sitio pacífico donde meditar y poder estar sin miedo a ser juzgado. Además, muchas otras personas seguían pintando y decorando la colina, haciéndola más grande poco a poco.

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Colina Beam me up


En un principio Fluttershy no tenía intención de parar, pero al final, movida por la curiosidad de la última vez, tomó un camino de tierra un poco más adelante para acercarse un momento. Cruzó las vías del tren rápidamente, giró a la derecha y llegó enseguida a la colina. Paró justo al lado, mirando si había alguien cerca antes de bajar.

Finalmente se envalentonó y salió del coche, acercándose a la colina. Vio a un grupo de jóvenes hippies charlando animadamente al lado de un coche desmantelado, que tenía un ovni en lo alto de su baca. Otro grupo un poco más adelante se encontraba pintando una parte de la colina que se había quedado un tanto descolorida. Pero entonces llegó a oír una inesperada voz que hizo que su corazón diera un vuelco en su pecho.

-Combinemos nuestras auras, hermanos, sólo así podremos alcanzar la felicidad…

Por un momento todo lo demás dejó de tener sentido y Fluttershy buscó de dónde podía provenir esa voz que tanto la sonaba; alzó la vista y entonces la vio, llegando a esbozar una ligera sonrisa.

-Debéis saber que todo a nuestro alrededor cuenta, buscad el lado interior de todas las cosas, dadle alma a lo inanimado. Atreveos a dar el paso.

Se encontraba en lo más alto de la colina, hablando con otro grupito de gente; Fluttershy buscó una forma de subir y vio unas escaleras talladas en la piedra de la colina, subiendo por ellas hasta llegar al nivel superior. En cuanto la vio exclamó a media voz.

-¡Tree Hugger!

La aludida levantó la vista y en cuanto vio a Fluttershy una gran sonrisa se dibujó en su cara.

-¡Oh, uauh! ¿Mis chacras me engañan o eres tú de verdad, Fluttershy?

-¡Sí, soy yo!

La chica se reincorporó del borde sobre el que se encontraba apoyada y se acercó a ella, dándola un fuerte abrazo; por su parte la tímida chica aceptó el gesto sin dudar, envolviéndola entre sus brazos. Por un momento ambas se mantuvieron en esa pose, dejando pasar el tiempo. Cualquiera que conociera medianamente bien a Fluttershy se extrañaría como mínimo, pero esa vez era una de esas pocas excepciones.

Tree Hugger era una chica de la edad de Fluttershy, pelirroja de un tono claro y enrastado; llevaba en la cabeza un pañuelo naranja con estampados de flores y su vestimenta consistía en un vestido de color verde clarito que combinaba con sus ojos violáceos.

Tras unos breves minutos pero que para ambas parecieron horas, finalmente se separaron, aunque inconscientemente se quedaron dadas de la mano sin ni siquiera darse cuenta.

-Hacía tiempo que no sentía tu aura, Flutters… ¿Qué fue de ti? Te fuiste de repente…

Ante eso la chica se quedó callada, un tanto cortada ante esa frase, aunque al final respondió enseguida.

-Oh, siento no haberte avisado en su momento, pero… tuve que irme, Tree. No aguantaba más, yo…

Sin embargo Tree Hugger la acalló cogiéndola de las mejillas y posando sus dedos sobre sus labios, al tiempo que negaba con la cabeza antes de hablar.

-Sssh, no pasa nada. No estoy enfadada contigo. Me alegro mucho de volver a verte, Flutters…

-Y yo también, Huggie…

Ambas chicas se miraron fijamente sin pestañear, hasta que finalmente Fluttershy se apoyó en su hombro, al tiempo que Tree Hugger la abrazaba de nuevo con un gesto de infinito cariño.

Las dos se apartaron un poco, bajando al nivel inferior de la colina y sentándose en unos salientes pintados de blanco, donde estuvieron hablando.

-¿Qué haces aquí, Huggie? No me esperaba encontrarte en un lugar como este…

-Estoy experimentando el desierto por mí misma, siempre quise venir a este lugar, empaparme de su única y encantadora aura. Y este sitio en concreto es quizás mi preferido. Estoy siempre en sintonía con los que me rodean, con el desierto y con la naturaleza. Y es maravilloso.

-Oh, qué bien…

-¿Y tú? ¿También estás por aquí?

-Ah, no, solo estaba de paso, había ido a hacer unas compras y ahora volvía a casa…

-Oh, ya veo… ¿y dónde vives?

-En monte Gordo, tengo una cabaña allí…

-Ah, sí, por supuesto, en medio de la naturaleza, justo como tu aura… yo estoy en un campamento no muy lejos de aquí, convivo con más gente con la que comparto lo poco que tengo.

-No me esperaba menos de ti…

-La experiencia está siendo maravillosa… la arena y su tacto son únicos, su canción me despierta por las mañanas, el olor seco de las áridas dunas en todo su esplendor. Es casi mágico.

Siempre que ella hablaba Fluttershy callaba, escuchándola atentamente. Siempre la había cautivado su forma de hablar, la manera en la que veía las cosas, la paz interior que siempre desprendía. Fue entonces cuando se dio cuenta de todo lo que la había echado en falta desde la última vez que la vio.

-Oh, Huggie… te he echado tanto de menos…-masculló Fluttershy, apoyándose en su hombro.

Por su parte la mística chica tan solo sonrió con suavidad, sosteniéndola entre sus brazos.

-Nuestros caminos se han vuelto a cruzar, Flutters… y doy gracias a lo más sagrado por ello.

Las dos se encontraron con la mirada durante unos breves segundos en los que se dijeron todo en nada; Tree Hugger alzó una mano y apartó el flequillo rosado que tapaba parte de la cara de Fluttershy, la cual no pudo evitar enrojecer con intensidad. Un leve rubor también surgió en las mejillas de Tree Hugger, la cual la seguía sonriendo dulcemente.

-¡Hey, Tree Hugger, vamos a ir a las dunas a meditar un rato! ¿Quieres venir?-inquirió en ese momento una voz desde la parte más baja de la colina.

-¡Ahora voy! ¿Quieres unirte a nosotros, Flutters? Sería genial meditar contigo…

La chica se quedó un tanto cortada, sin saber muy bien qué responder.

-Oh, bueno, me gustaría, pero tengo que llevar las cosas a casa y… bueno…

Ante eso Tree Hugger no le dio mayor importancia, comentando justo después.

-No pasa nada, sé que no te gusta demasiado mezclar auras. Si quieres un día de estos podría acompañarte en tu rutina…

-Oh, me encantaría ¿Cuándo te vendría bien?

-Oh, cuando tú quieras, yo siempre estoy por aquí… tan solo ven a buscarme e iré contigo.

-Vale…

Las dos se despidieron dándose otro gran abrazo, llegando incluso a frotar sus mejillas en un gesto particularmente cariñoso; Tree Hugger fue la primera en separarse, aunque siguieron dadas de la mano hasta que finalmente Fluttershy la dejó ir. La chica se despidió de ella agitando una mano y se unió al resto de hippies, dirigiéndose al otro lado de la colina para adentrarse en el parque nacional de Gran Señora. Fluttershy la observó irse hasta que finalmente la perdió más allá de la colina, dejando escapar un suspiro alegre.

Esa vez el volver a casa fue mucho más tranquilo y relajado, y no la importó tanto volver a conducir para ello. Volver a verla después de tanto tiempo la había dado las fuerzas necesarias para poder seguir adelante, dispuesta a enfrentar lo que fuera con tal de seguir viéndola ahora que había vuelto a su vida. Sintió entonces como su corazón latía con un poco más de fuerza, al tiempo que un leve rubor volvía a apoderarse de sus mejillas. Antes de lo esperado divisó al fondo la figura del faro de El Gordo y aceleró un poco más para llegar cuanto antes.

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La tarde fue mucho más productiva que la mañana, al menos para ella. Nada más llegar estuvo descargando la furgoneta, guardando las cosas en un pequeño compartimento que tenía debajo de la cocina y que hacía las veces de despensa.

Una vez que estuvo todo colocado se ocupó de sus nuevos jerbos, sacándolos a todos de sus jaulas y dándoles de comer para que se fueran habituando a su nuevo hogar. Nunca había sido partidaria de tener encerrados a los animales en jaulas, ni de usar collares ni métodos subversivos que les hicieran daño, fue por esta razón que decidió comprarlos, para que dejaran de sufrir estando encerrados en esas jaulas.

Cerca de la hora de comer picó algo rápido, puesto que después de tanto tiempo se había acostumbrado a comer poco y todo lo que compraba lo amortizaba a largo plazo, para así tener que evitar volver constantemente.

Aunque ahora que se había reencontrado con Tree Hugger contemplaba la posibilidad de regresar al desierto dentro de dos días, o quizás mañana mismo; y es que realmente quería volverla a ver. Había pasado mucho tiempo, demasiado, y el saber que ahora estaba tan cerca la animaba más de lo que ella misma se hubiera llegado a imaginar.

-Oh, Ángel, si supieras lo contenta que estoy hora mismo… es ella de verdad, ha vuelto a mí, después de todo este tiempo. Me siento tan feliz, quiero volver a verla, necesito volver a verla. Pero claro, para eso tengo que ir al desierto, y ya sabes que a mí el desierto no me gusta demasiado… pero es que es ella, Tree Hugger, la que me dio alas, la que me ayudó a salir del caparazón en el que estaba encerrada… la que me dio vida.

Era en un momento como ese cuando más deseaba que los animales pudieran hablar con ella y la dijeran lo que pensaban, aunque el conejo tan solo se limitaba a acomodarse en el regazo de la chica, recibiendo carantoñas por su parte y royendo una zanahoria. Los jerbos correteaban por todos los rincones de la cabaña, subiendo por los muebles y colándose por los recovecos más pequeños. El gato no les quitaba el ojo de encima, subido a lo alto del armario que había al lado de la cama; cuando los soltó por primera vez el minino hizo un amago de ir a lanzarse a por ellos, pero Fluttershy le paró con un simple gesto dominante que le dejó las cosas bien claras. Ahora tan solo los observaba corretear por todas partes, aguantándose las ganas de salir corriendo tras ellos.

Aunque la incertidumbre y el no saber qué hacer en cuanto a Tree Hugger se refería la hizo ponerse un tanto nerviosa, por lo que decidió pasar el resto de la tarde fuera, dando un paseo por las laderas del monte en compañía de algunos de sus animales; el gato, al ver que se iba, decidió ir con ella, al tiempo que un par de ciervos se acercaron a ella en cuanto la vieron salir de la cabaña.

Los animales salvajes no se comportaban con ella como normalmente lo harían con cualquier otra persona; y es que después de tanto tiempo cuidando de ellos y dándoles de comer, tenían una confianza con ella casi mística, lo que la permitía poder acercarse a ellos sin ningún tipo de temor. Ciervos y venados como esos se dejaban acariciar por la chica sin que estos salieran corriendo, así como algunos otros mamíferos más pequeños como el zorro que solía acercarse por las tardes o los castores con los que se solía encontrar en una charca cercana a su cabaña. Aunque incluso alguien como ella tenía sus límites, y en el caso, por ejemplo, de los pumas acercarse a ellos la resultaba prácticamente imposible. Violentos y cazadores por naturaleza, eran los únicos animales salvajes a los que no se acercaba por simple seguridad. Alguna que otra vez se había llegado a encontrar con uno, aunque a una distancia de seguridad prudencial tanto para ella como para el puma. No obstante lo más cerca que había estado de uno fue una vez en la cima del monte, cuando estaba haciendo yoga; el animal se acercó a ella, llegando a permanecer a escasos cinco metros de la esterilla donde la chica practicaba sus estiramientos. Aunque Fluttershy lo llegó a ver no se alteró lo más mínimo, simplemente conservó la calma y siguió practicando yoga, sin apenas hacerle caso. El puma la estuvo observando durante unos breves minutos hasta que finalmente se cansó y se alejó de allí él solo. Esa fue la única vez en la que había estado cerca de un puma, y desde entonces no había vuelto a ver a otro.

Las faldas del monte Gordo destacaban por estar parcialmente cubiertas de vegetación, sobre todo de pinos, secuoyas y algún que otro chopo. El camino de tierra que llevaba hacia su cabaña se estrechaba conforme iba subiendo por la ladera noreste, llegando a convertirse en un estrecho y angosto paso al lado de los desniveles más accidentados, y solo transitable si se iba andando, con una bici o moto de montaña. Debido a esto el monte solía ser un tanto transitado por excursionistas, senderistas, amantes de los deportes extremos y demás fauna en general, aunque sólo en temporadas más propias, como primavera o verano.

Siguiendo por el sendero y bordeando el monte por el noroeste, este se escarpaba conforme iba subiendo, llegando a unas cuotas cada vez más altas; poco a poco la vegetación se iba volviendo cada vez más dispersa, apareciendo bordes más escarpados, acantilados prominentes y pendientes cada vez más pronunciadas. Llegó también a una de las charcas que había en ese monte, formadas principalmente por restos de lluvias del otoño, invierno y parte de la primavera; debido a la influencia del agua estancada la vegetación seguía estando presente, y muchos de los animales de la zona iban a esas charcas para beber agua o refrescarse en los días con más calor. Incluso ella misma iba a la más pequeña a lavar su ropa cuando más lo necesitaba o a coger agua para uso personal.

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Charca grande de monte Gordo


En el último tramo la vegetación desaparecía hasta llegar a la cima del monte, donde había una antena de telecomunicaciones al lado de una caseta de control. Aun a pesar de que era el monte más bajito de todo el estado, las vistas al pacífico eran impresionantes. A Fluttershy la gustaba especialmente observar los atardeceres desde allí en compañía de sus animales, y alguna que otra vez también había ido a observar el amanecer madrugando a horas intempestivas. Y, por supuesto, hacia el oeste se podía ver en la distancia el desierto de Gran Señora, el mar de Álamo y la imponente figura del monte Chiliad alzándose por encima de todo lo demás.

-Vaya… es precioso…-susurró Fluttershy, quedándose casi sin palabras ante la gran vastedad de San Andreas.

Y es que, si por algo destacaba un estado como ese, era sobre todo por sus exuberantes vistas y su variado ambiente, al menos en esa zona, ya que el condado de Blaine y el de Los Santos se enclavaban en lo que era la zona más sureña del estado de San Andreas. No por nada lo llamaban el Estado Dorado.

Aprovechó las últimas horas del día para relajarse haciendo un poco de yoga, mientras que el sol se iba escondiendo poco a poco tras las aguas del océano pacífico. La técnica de Fluttershy destacaba sobre todo por su flexibilidad, aparte de una abstracción total cada vez que respiraba hondamente entre postura y postura; algunos de los animales que la acompañaban se fueron al cabo de un rato, su gato se quedó con ella en todo momento, subiéndose a una roca cercana y observando a la chica moverse lentamente, aunque al final acabó durmiéndose tras unos breves minutos.

En cuanto la luz del sol comenzó a apagarse y a verse menos, Fluttershy reaccionó enseguida.

-Oh, cielos, ya está anocheciendo, será mejor que regrese.

Recogió las pocas cosas que se había llevado consigo, entre ellas la esterilla para hacer yoga, despertó a su gato y se apuró para volver cuanto antes a su cabaña. Lo normal hubiera sido volver por donde había venido para llegar cuanto antes, pero dar otra vuelta alrededor de la loma oeste del monte la llevaría mucho más tiempo, y esa noche no iba a haber luna llena, por lo que la visibilidad estaría muy limitada, optando entonces por algo más rápido. Siguiendo el sendero, el camino continuaba bajando por la loma sur y daba una vuelta rápida cerca de la intersección entre la carretera que llevaba hacia Grapeseed y el desvío hacia el faro, por lo que lo prefirió así y partió enseguida. El gato la seguía de cerca, sin problemas para ver en un ambiente cada vez menos iluminado al ser un felino.

-Rápido, minino, rápido, prefiero que anochezca estando en el llano a los pies del monte antes que aquí-le animó ella, trotando levemente para llegar antes.

Ella siguió corriendo, mirando durante la mayoría del tiempo al suelo para no tropezar, mientras cogía velocidad debido a la pendiente. Aunque nada más llegar a una curva cerca de varias rocas y un precipicio al fondo, la pareció oír un agudo y apagado chillido que resonó por toda la ladera con un tono lastimero. Fluttershy notó como un agudo escalofrío recorría su espalda, al tiempo que el gato se paraba de golpe, erizando el pelo y en posición de alerta. Miró a su siniestra y entonces la vio. Al lado del principio, junto a un saliente, una etérea y fantasmal figura flotaba en el aire mirándola fijamente con una expresión de puro terror grabada en su cadavérico rostro; fijándose mejor pudo ver que se trataba de una mujer ataviada en un vestido blanco, con ojos blancos, manchas negras en su cara y pelo enmarañado. La chica quiso gritar de puro terror, pero no salió nada de su boca. El silencio fue roto inmediatamente después por un susurro ininteligible que rasgó el aire e hizo a Fluttershy temblar de puro miedo, aunque llegó a distinguir una palabra.

Jock…

Justo después, y en un rápido parpadeo, la figura se desvaneció dejando una especie de marca roja en la piedra donde se encontraba flotando; aunque Fluttershy se encontraba demasiado aterrada como para acercarse, por lo que cogió en brazos a su gato, el cual se encontraba estático tras la súbita visión, y salió corriendo ladera abajo como alma que lleva al diablo. No paró hasta llegar a su cabaña, donde se encerró durante el resto de la noche en compañía de sus animales.

Una luna cuarto menguante brillaba en lo más alto del cielo, iluminando débilmente a San Andreas.

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor LloydZelos » 02 Jun 2015, 00:29

:ajhuh:

:ajhuh: :ajhuh:

:ajhuh: :ajhuh: :ajhuh:

Esperaré a ver el trasfondo de la relación con Tree Hugger antes de juzgar en base a los clichés del fandom :ajhuh: Un capítulo que se ha sentido muy tranquilito y necesario, en el que introduces lugares más desolados del mundo y en el que sigues conectando personajes (lo de AJ se olía desde que hablas de Harmony y su colegio), además de detallar la escasa rutina social de Fluttershy. Sin embargo, veo un tanto absurda su postura frente a los animales enjaulados: no todos pueden venderse estando en libertad ni se les puede otorgar un biotopo adecuado. Por lo demás, todo correcto, ya que no es tonta y compra conservas, además de entender que necesita un transporte grande. Y curiosa la colina de los fumaos.

¿Soy yo o has hablado de la famosa leyenda urbana de la fantasma de la saga? Curioso.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 05 Jun 2015, 15:22

CAPÍTULO 5
APPLEJACK

Hola, Sg91:

Mmm, el personaje de Applejack no está muy cambiado. Por lo visto a la que modificaste más fue a Rarity, que es una traficante, pero los Apple mantienen ese espíritu de agricultores. Todavía me queda por leerme a Fluttershy.

Nunca he entendido por qué a los Apple se les llama granjeros, se dedican más a la agricultura que a la ganadería. Bueno… en la serie se ve que tienen ovejas y cerdos, lo cual resulta muy raro dado que los ponis son una raza que no consume ni puede consumir carne. Mmm, de las ovejas se podría vender su lana, pero los cerdos… ¿Para qué tener una piara si no se va a destinar al consumo carnívoro?

Al parecer a los Apple no les gustó abandonar su antiguo hogar en el condado de Los Santos, para instalarse en Grapeseed. Por su parte Apple Bloom es la que peor parece llevar la mudanza, claro, se ve que es la pequeña de la familia. La niña dijo que los chicos de su colegio eran unos brutos ¿Vas a meter a alguno de los escolares de Ponyville? Hasta ahora han aparecido Apple Bloom y Sweetie Belle, falta Scootaloo para completar el trío de las Cutie Mark Crusaders, aunque como las niñas no se conocen por vivir en pueblos diferentes, pues será difícil fundar las CMC.

Trevor Phillips me da mala espina. Seguro que intentará algo contra los Apple. Este tipo de personas cuando no consigue las cosas por “las buenas” recurre a las malas.

¿Big Mac con una escopeta? XD. Como en las películas de vaqueros, cuando un extraño indeseable se acerca a una propiedad ajena la escopeta es quien ejerce de negociador. XDXDDDD.

¿La abuela Apple se opone a tener un invernadero? ¿Por qué? Sería una buena opción para su familia. Mmm, quizás se oponga porque crea que es mucho gasto.

OTROS ASPECTOS
¿Leíste mi review del anterior episodio? No me mandaste la respuesta de dicho comentario. ¿Qué te pareció?

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 07 Jun 2015, 17:27

Hola, Sg91:

Aquí tenemos el Monte Gordo compuesto de laderas, frondosa vegetación, zonas para practicar senderismo y un primer párrafo donde se mezclan el verbo pasado con el presente.

«El monte Gordo no destacaba por ser el monte más alto del condado de Blaine, ese distinguido título lo portaba el monte Chiliad, con sus más de dos mil metros de altitud. Este monte era más conocido por sus frondosas laderas, cubiertas de vegetación, y con zonas para practicar senderismo. Incluso se suelen realizar clases de yoga en lo más alto» Sería, se solían realizar clases de yoga en lo más alto.

FLUTTERSHY
Mmm. A ver si lo he entendido… ¿La linda y adorable Fluttershy ha sido una asesina a sueldo? Mmm. ¿Cuántos exámenes has tenido últimamente? Demasiados por lo que se ve. Te fundieron el cerebro. En fin, al menos no pusiste a la chica de… “compañera de cama a sueldo”.

Lo de los animales le pega. Aunque para ser sincero nunca he sido capaz de encariñarme con Ángel. ¿Tiene gatos? No lo recuerdo. Rarity suele ser acompañada por Opal, pero Fluttershy no recuerdo que tuviese ese tipo de mascotas, aunque no estoy seguro.

OTROS ASPECTOS
Note este capítulo menos intenso que otros anteriores. Lo más impactante fue el pasado de la chica y lo de los cazadores. La descripción del paisaje y las ilustraciones fueron hermosas. Por lo demás hubo poca acción.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 08 Jun 2015, 20:05

Hola, Sg91:

Toda moneda tiene dos caras, al igual que Rarity. Por un lado es la Gran Señora de la droga, un negocio que mueve millones, al tiempo que mantiene controladas a las demás bandas, por otra parte Rarity se preocupa por su hermanita y da limosna a los pobres. Debió de llevar escolta en la salida con su hermanita, al no hacerlo la siguieron.

No se explicó por qué no la detienen. Posiblemente la policía tema una guerra de bandas, en caso de que Rarity deje de estar al frente del Mecenazgo. Mmm, ¿El nombre de Mecenazgo proviene del término “mecenas”?

Sweetie Bell tiene problemas en el colegio por ser hermana de Rarity, pobre niña. Quiere ser como su hermana, mejor que se dediqué al canto.

Al parecer las distintas bandas de la ciudad se odian a muerte, de no ser por el Mecerazgo se matarían entre ellas.

Troy… que asco. Que tipo más sucio y ordinario.

La señora anciana. Mmm, en cuanto muera habrá problemas en su banda de los haitianos. Muchos querrán sucederla y eso provocará enfrentamientos que quizás desemboquen en violencia en la ciudad.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 20 Jun 2015, 23:24

CAPÍTULO 8
PAZ Y AMOR

Por Scrittore Passione.


Hola, Sg91:

Bueno… siempre he dicho que Fluttershy es la más aburrida del grupo de las manes, lo más destacable de ella es cuando se enfada y usa la mirara. XD.

Vimos la forma de vida de Fluttershy, muy austera para mi gusto. Una cabaña en plena naturaleza, sin agua ni calefacción. Mmm. ¿Excluía de su vida cualquier elemento propio de los tiempos actuales para vivir al estilo del siglo XX? Fuuuss. ¿Eres consciente de que solo llevamos 15 años del siglo XXI?

De modo que la chica tiene miedo a relacionarse con la sociedad, y le viene de pequeña. Quiero saber más sobre eso.

Mmm, una duda. ¿Los vegetarianos comen lácteos? Lo digo porque la leche proviene de un animal.

La Colina de Beam me up me gustó por su espiritualidad, pero pintarla de colorines… eso es horrible, es destrozar la naturaleza.

TREE HUGGER
¿En serio había que meterla? Fuuss. En su capítulo me pareció un personaje muy tonto, incluso se corre la voz en el fanfom de que es drogadicta, yo creo que no, pero muchos piensan que sí. Aunque veo que tú la hiciste un lavado de cara, poniéndola en plan hippy.

LOS ANIMALES
Los tiene ganados a todos, ni los pumas quieren hacerla daño. Me gusta ver que no emplea jaulas ni collares u otros instrumentos similares. Me gustó el detalle de los jerbos.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
Nos leemos.
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Última edición por Damián García el 21 Jun 2015, 09:54, editado 2 veces en total
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor LloydZelos » 20 Jun 2015, 23:53

Damián García escribió en 20 Jun 2015, 23:24:Mmm, una duda. ¿Los vegetarianos comen lácteos? Lo digo porque la leche proviene de un animal.


Sí, los vegetarianos consumen alimentos producidos por animales (leche, huevos, miel, etc.). Son los veganos los que únicamente viven de vegetales y frutas.
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Sg91 » 26 Jun 2015, 21:53

Capítulo 9

La familia


El canto del gallo del vecino fue el primero en despertarla antes de que lo hiciera el pitido constante del despertador, al cual acalló rápidamente dándole un manotazo desde donde estaba. Applejack ya estaba acostumbrada a levantarse temprano para ponerse a trabajar, puesto que lo llevaba haciendo desde hacía bastante tiempo. Aunque el detalle del despertador aún conseguía ponerla de mal humor.

-¡Vamos, vamos, cuadrilla de jóvenes perezosos, despertad, despertad!-se oyó inmediatamente después una aguda y cascada voz en el descansillo del primer piso.

-¡Ya te hemos oído, abuela!-oyó exclamar a Apple Fritter.

-¡No hace falta que despiertes al resto del pueblo!-añadió Braeburn justo después.

Ante eso Applejack tan solo esbozó una genuina sonrisa, sintiéndose un poco más llena. Siempre que venían otros miembros de la familia a pasar un tiempo con ellos el ambiente mejoraba, haciéndose aún más cálido y especial, algo que la gustaba particularmente.

Sin que la abuela la tuviese que decir nada se levantó, se dirigió a su baño para acicalarse un poco y se vistió para ir a desayunar. Nada más salir al pasillo vio a su primo Braeburn, el cual estaba esperando a entrar en el baño del primer piso.

-Buenos días, prima.

-Buenos días, Braeburn… ¿cola de nuevo? ¿Quién está?

-Apple Cobbler y Fiddlesticks, creo que tienen para rato…

-¡Te hemos oído, Braeburn!-exclamó la voz de Cobbler al otro lado de la puerta cerrada.

-¡No tiene gracia!-añadió Fiddlesticks.

-¡Ustedes perdonen, señoritas, pero el resto de la familia también necesita usar el baño!

-¡Pues te esperas!

Applejack dejó escapar una risita ahogada, comentando justo después.

-Puedes usar el mío si quieres, yo ya he terminado.

-Ah ¿puedo?

-Claro.

-Genial, gracias prima.

Si por algo destacaba esa casa era por su gran tamaño; con un total de dos salones con chimenea, un comedor, una cocina, una sala de estar pequeña, dos baños pequeños en la planta baja, un estudio, una lavandería, dos salitas, una alacena, un sótano, un total de cuatro habitaciones en la planta superior, dos de ellas particularmente amplias con capacidad doble, con dos baños y dos amplias terrazas, la casa del rancho Apple era con toda seguridad la más grande de Grapeseed. Y no era para menos, puesto que se trataba de una casa muy especial.

Aunque fue una ardua tarea se pudo reconstruir entera y dejarla de forma íntegra a como era antes de que ese maníaco de Trevor Phillips la volara. Cuando fue originalmente construida hace más de veinte años, le pertenecía a uno de los primeros pobladores de Grapeseed, un ranchero que, aunque no era ningún magnate ni nada parecido, consiguió hacerse un nombre y sacar bastante dinero cultivando las tierras que en su día compró y habitó. Estuvo viviendo y trabajando en ellas por más de diez años, hasta que finalmente murió sin descendencia, pasando a ser propiedad del estado mediante subasta hasta que los hermanos O'Neil, una familia numerosa de paletos y hillbillies, pagaron por ella, sacando más beneficios de las metanfetaminas que cocinaban que de la tierra que pasaron a poseer.

Durante el tiempo que los O'Neil estuvieron viviendo en ella, la antigua gloria de la casa fue degenerando poco a poco por efecto del pasotismo extremo que la numerosa familia tenía para con ella, dejándola en un estado lamentable. Hasta que llegó Trevor Phillips y terminó de rematarla quemándola hasta los cimientos, destruyendo el imperio de los O'Neil. Ahora volvía a tener su antiguo esplendor, gracias sobre todo a sus nuevos propietarios.

-No es nada, primo. Por cierto ¿se ha despertado ya Apple Bloom?-inquirió en ese momento Applejack.

-Creo que no, no la he visto.

-Bueno, en ese caso iré a recordarla que tiene clase.

La habitación de su hermana pequeña se encontraba a mano derecha nada más subir por las escaleras, y al fondo del todo desde donde ella se encontraba, por lo que llegó enseguida; se asomó por un momento entreabriendo la puerta y viendo la figura de su hermana echa una bolita con las mantas enredadas entre sus piernas.

-Apple Bloom, a levantarse…

La aludida se movió brevemente y siguió durmiendo, sin apenas reaccionar.

-Que hay que ir a clase…

A eso la niña tan solo dejó escapar un quejumbroso gemido, sin decir nada.

-Si no te levantas ya los demás se comerán los gofres de la abuela.

Normalmente eso la hubiera hecho reaccionar, ya que los gofres que preparaba la abuela para desayunar solían ser una de sus debilidades; fue por esto por lo que se quedó tan extrañada al ver que no se levantaba. Applejack entró en la habitación y se sentó en el borde de la cama, al lado de su hermana.

-Eh, Apple Bloom, vamos, normalmente no tardas tanto…

-Déjame…

-Oh, vamos, eso no os propio de las niñas mayores como tú…-murmuró Applejack, a sabiendas de que últimamente quería que la trataran como tal.

-No soy tan mayor…

-Ah ¿ahora no?

-No.

-¿Y eso por qué?

Ante eso Apple Bloom no contestó, tan solo se dio la vuelta, mostrando un gesto mohíno, cosa que su hermana enseguida vio.

-Eh ¿Qué te pasa, dulzura?

-No quiero ir al colegio…

-¿Por qué no?

-Porque es un asco… prefiero quedarme aquí y ayudaros con las tareas, sé que hay muchas cosas por hacer-murmuró la niña, con voz queda.

-Pero tienes que ir a clase, Apple Bloom, es tu obligación… además, no te preocupes por eso, los primos no están aquí por nada precisamente.

-No quiero…

-Oh, por favor, Apple Bloom…

Applejack no tenía ningún pelo de tonta, sabía que algo la pasaba, aunque no estaba segura de si preguntárselo directamente o esperar un poco más a que se la pasase el disgusto. Finalmente optó más por la segunda opción, indicándola que no tardara mucho en bajar a desayunar.

Nada más bajar por las escaleras pudo distinguir el olorcillo característico de los gofres acompañados de un buen café, zumo, huevos revueltos y leche caliente. No había nada mejor que un desayuno de su abuela para empezar bien fuerte el día. Se dirigió a la cocina pasando por el pasillo principal y cruzando por la primera puerta a mano derecha; nada más entrar vio a su abuela siendo ayudada por Big Mac, al tiempo que Apple Fritter y Apple Pie ponían la mesa en el comedor que se encontraba justo enfrente.

-¡Buenos días, familia!-exclamó Applejack, nada más entrar.

-Buenos días-respondió el resto a coro.

Sin dudarlo se acercó hasta su abuela y la plantó un beso en la mejilla, al tiempo que se ponía a ayudarla. Si había alguien que quería más que a otra persona en el mundo, aparte de los demás miembros de su familia, ese alguien era su abuela. Fue ésta quien crió tanto a ella como a su hermano, poco después de que sus padres murieran en un desgraciado accidente. También ayudó a criar a Apple Bloom, aunque por parte de Applejack se refiere ésta fue la que más se encargó de ese detalle.

-¿Qué tocaba hacer hoy?-inquirió la chica en un momento dado.

-Adecentar un poco el corral antes de que traigan a los animales…-recordó Apple Fritter.

-Y no te olvides de fumigar los manzanos, que pronto será temporada de carpocapsa-añadió la abuela, con gesto preocupado.

-No te apures abuela que no me olvido, en cuanto termine de desayunar lo haré.

-¿Y cómo piensas hacerlo?-inquirió Fritter, extrañada.

-Hay un aeródromo no muy lejos del centro que, por lo que he podido averiguar, ofrece servicio de pesticidas; si no es muy caro lo contrataré.

-Oh, genial…

-Sí… por cierto, Big Mac, hoy llevabas tú a Apple Bloom al colegio ¿no?

-Sep.

-¿Podrías echarla un ojo antes de volverte y asegurarte que está bien? Hace poco estaba un tanto reacia a ir al colegio…

-Sep.

-Estupendo, gracias Big Mac.

El desayuno comenzó al poco rato, y Apple Bloom no tardó mucho más en bajar, uniéndose al resto de la familia poco después. Aunque como se había acabado retrasando, tuvo que desayunar rápidamente para poder llegar a tiempo a clase, obligando a su hermano mayor a acelerar también para poder llevarla. Una vez que la niña estuvo lista para irse se estuvo despidiendo del resto de la familia, llegando a Applejack al poco rato y arrastrando una cara muy seria.

-Eh, vamos, dulzura, alegra esa cara…

Sin embargo la niña no hizo nada de eso, manteniendo el mismo gesto disgustado. Para tratar de animarla la comentó.

-Por la tarde iré yo a recogerte ¿vale? Te traeré para merendar esos sándwiches de crema de cacahuete que tanto te gustan…

-Vale…-murmuró la niña, algo más animada.

Applejack la sonrió, dándola un beso en la frente; por su parte Big Mac se dirigió al coche sin decir nada, con su hermana siguiéndole de cerca. Ambos se montaron en el coche y la chica les observó alejarse en la distancia por el camino principal hasta que los perdió en cuanto giraron a la derecha en dirección hacia Sandy Shores.

-Entonces… ¿vas a ir a por la fumigadora esa?-inquirió en ese momento Fritter, poniéndose a su lado.

-Ah, sí, claro… te cojo tu coche ¿vale?

-Claro, sin problemas.

Al igual que ella, Fritter tenía también una minivan, aunque al contrario que la suya era de un color gris pardo apagado. Sin más dilación se puso en movimiento hacia el aeródromo de McKenzie, situado justo en la zona más central de la localidad. Este aeródromo con hangar ofrecía servicios de pesticidas además de servir como de pista de aterrizaje y despegue a todo aquel avión que necesitara por la razón que fuera un sitio donde aterrizar. Existía otro aeródromo mucho más grande y mejor acondicionado en Sandy Shores, aunque éste no ofrecía servicios de pesticida, por lo que el de McKenzie era la mejor opción para ella. Apenas tardó menos de cinco minutos en llegar saliendo a la carretera principal y yendo todo recto; un letrero con el nombre del aeródromo la dio la bienvenida, entrando en él por un camino de tierra y legando a una parte de la pista de aterrizaje. Aparcó al lado de un depósito de gas y se acercó al hangar, donde había una avioneta de doble hélice cuban 800 roja y blanca. Al otro lado de la pista, un biplano bastante antiguo de color amarronado con sistema de pesticida incorporado descansaba al lado de una manga de viento.

Imagen

Aeródromo McKenzie


-¿Hola? ¿Hay alguien que me atienda?-llamó ella, mirando a su alrededor por si veía movimiento.

Pocos segundos después pudo oír una puerta abrirse no muy lejos de allí y vio a una persona saliendo de una caravana cercana; era un hombre joven, de tez morena, pelo moreno y ojos claros. Vestía con una camisa roja y negra, con rosas estampadas en ella y unos vaqueros negros.

-Buenos días ¿puedo ayudarte en algo?-inquirió él, con un marcado acento mexicano.

-Sí, me gustaría contratar tus servicios de pesticida, necesito fumigar mis manzanos.

-Ah, por supuesto, aunque yo no me encargo de la fumigación en sí, sólo proveo el avión y los materiales, nada más.

-Oh, ya veo… bueno, por mí no hay problema, sé pilotar uno de esos-murmuró Applejack, señalando al biplano.

-En ese caso todo tuyo, aunque tienes que pagarme primero.

-Claro ¿Cuánto es?

-Doscientos cincuenta dólares.

Al oír la cifra Applejack se quedó un tanto perpleja, ya que le parecía un tanto caro en comparación con otros servicios que ella misma había llegado a contratar tiempo atrás.

-¿Eso no es poco caro?

-Mira, amiga, es el precio estipulado, uno tiene que mantener el avión y comprar el pesticida, supongo que eso lo comprenderás…

-Sí, claro, aunque… ¿el pesticida es eficaz contra la carpocapsa?

-¿La carpo qué?-inquirió el hombre, extrañado.

-La polilla del manzano-aclaró ella rápidamente.

-Ah… sí, bueno, yo de bichos y demás no tengo mucha idea, pero el pesticida que compro vale para casi todo, así que no hay problema.

-¿Seguro? Lo último que quiero es que se desgracie la cosecha, no me puedo permitir que eso pase.

-Oye, mira, es lo que tengo ¿vale? O lo tomas o lo dejas, tengo otras cosas que atender ahora mismo.

Applejack se quedó pensativa por un momento, sopesando las posibilidades; la última vez que la carpocapsa atacó provocó un agujero muy grande en la economía familiar que fue muy complicado de tapar. Por aquel entonces ella era pequeña, y tanto sus padres como su abuela y su hermano mayor tuvieron que trabajar muy duro para sacar a la familia adelante, sacrificando muchas cosas por el camino. Applejack sabía lo arriesgado que era no fumigar en esa época del año, la temporada de proliferación de la carpocapsa estaba al caer, y después de la inversión que habían hecho al trasladarse a Grapeseed perder la cosecha supondría un varapalo aún mayor que el de aquel año.

-Está bien, lo tomo. ¿Efectivo o tarjeta?

-Efectivo.

Sin otra opción más que aceptar, Applejack pagó religiosamente.

-Muy bien, pues todo tuyo… te monitorearé por el radar-añadió el hombre, regresando a su caravana.

Por su parte la chica se dirigió al biplano, metiéndose en la cabina trasera y arrancando el motor; la última vez que pilotó una fumigadora como esa fue hace un par de años, con la ayuda de Big Mac, el cual la enseñó los controles básicos y poco más. En su día fue su padre el que enseñó al chico a pilotar, siendo algo de por sí heredado.

-Muy bien, pues vamos allá.

Enfiló la pista de aterrizaje desde donde estaba, aceleró, y en cuanto alcanzó velocidad tiró de la palanca hacia ella, elevándose en el aire; desde la cabina la gran figura del monte Chiliad se veía aún más imponente, e incluso amenazante, por lo que viró a la derecha sobrevolando el centro de Grapeseed a una altura media mientras estabilizaba poco a poco la avioneta. En ese momento oyó interferencias por la radio y una voz familiar comentó.

-Muy bien, te tengo en el radar, esto… no sé tu nombre.

-Ah, sí, perdona, no me he presentado, me llamo Applejack.

-Applejack, vale, yo soy Óscar, Óscar Guzmán, encantado.

-Igualmente.

-Y cuéntame Applejack ¿Qué necesitas fumigar?

-Pues mis manzanos, dentro de poco va a llegar la carpocapsa y debemos estar preparados, esos repugnantes bichos destrozan las manzanas y dejan sus larvas dentro, es asqueroso.

-Ah, sí, es lo que tiene la naturaleza, lo que te da también te lo quita…

-Cuéntamelo a mí… pero bueno, con esto será más que suficiente.

-Ajá… ¿y dónde están tus manzanos?

-En una parcela al lado de los corrales, vivo al lado de la granja de vacas y el rancho de Lucky Jim.

-Ah ¿estás en el viejo rancho de los O'Neil?

-Sí, bueno, el caso es que ahora es mío, es el rancho Apple.

-Ah, vale, entonces eres tú quien lo compró… había oído lo que les pasó a los O'Neil, nunca me cayeron bien esos paletos, si te soy sincero.

-Sí, ya me hablaron de ellos y de ese maníaco de Trevor Phillips, menos mal que no llegué a conocerlos. Del segundo no he tenido tanta suerte…

-Ah, así que has conocido al viejo Trevor…

-Por desgracia… ¿le conoces?

-Claro ¿Quién no lo conoce de aquí a Sandy Shores? Psicótico modelo, vecino adorable.

-Huy, sí…

Los dos se rieron con confidencia, al tiempo que Applejack dirigía el avión hacia sus terrenos, llegándolos a ver en la distancia; el día se veía brillante desde el aire, no había una sola nube en el cielo y apenas había viento, por lo que se podía volar sin complicaciones. No volaba muy a menudo, pero cada vez que lo hacía disfrutaba del momento, sintiendo el aire azotándola el pelo y esa sensación de libertad que solo se podía experimentar estando en el aire. Enfiló el morro del avión hacia sus manzanos en cuanto los tuvo a la vista y comenzó a descender poco a poco para poder fumigarlos apropiadamente.

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Manzanos y silos del rancho Apple


-Estás bajando, supongo que lo harás en breve-comentó Óscar en ese momento.

-Sep, quedan pocos metros.

Al acercarse lo suficiente pudo distinguir al resto de su familia junto a los silos, observándola mientras se acercaba; Big Mac ya estaba allí, junto a la abuela, y tanto Apple Fritter como Apple Cobbler agitaban sus brazos en señal de saludo. Fiddlesticks se encontraba subida a una valla junto con Apple Pie y Braeburn había subido a lo alto de uno de los silos para verla mejor. En cuanto estuvo a punto de sobrevolar los manzanos accionó una palanquita hacia abajo y los surtidores acoplados en la parte baja de las alas comenzaron a fumigar. El pesticida cayó hacia abajo y sobre los manzanos, al tiempo que ella alzaba el vuelo para evitar pegársela. Pasó al lado del silo que más cerca tenía, llegando a saludar a Braeburn, el cual agitó su sombrero en el aire, y apagando los surtidores inmediatamente después.

-Mph, creo que les voy a dar otra pasada ¿puedo, Óscar?-inquirió ella en ese momento.

-Claro, adelante, ya está pagado, haz las pasadas que consideres oportunas.

Tras esa confirmación la chica viró a la derecha para volver a encarar los manzanos, dando otra rápida pasada.

-Vale, pues creo que con esto será suficiente-murmuró la chica, mirando hacia atrás.

-Estupendo, en ese caso vuelve ya al aeródromo.

Para ello enfiló el morro del avión hacia el mar de Álamo, para así poder maniobrar adecuadamente y de esta forma aterrizar en línea recta, sobrevolando una parte del mismo antes de virar hacia la derecha; en cuanto tuvo a la vista la pista de aterrizaje fue descendiendo poco a poco, reduciendo la velocidad conforme se iba acercando. Gracias a estas maniobras el aterrizaje fue suave y sencillo, dejando la avioneta al lado de la manga de viento. En cuanto salió de la cabina, vio a Óscar acercándose a ella.

-Bueno, pues eso es todo.

-Sep, gracias por el servicio, Óscar.

-Gracias a ti, Applejack, si necesitas fumigar de nuevo aquí estoy.

Tras las despedidas Applejack regresó a casa, donde la estaban esperando cual diva o algo parecido.

-¡Hala, prima, que bien vuelas!-la halagó Braeburn.

-¡Ya ves, nunca antes te había visto pilotando un biplano!-añadió Apple Fritter.

-Bueno, tampoco es para tanto, tan solo sé lo que me enseñó Big Mac en su día, no soy ninguna experta-quitó importancia ella.

-Por lo menos ahora la carpocapsa no será ninguna amenaza, comenzaba a preocuparme, dentro de poco estarán revoloteando por las noches cuales moscas cojoneras…-masculló la abuela, algo más tranquila.

-Sí, al menos estaremos más tranquilos… y las manzanas podrán madurar a tiempo para la cosecha también. ¿Cómo van los corrales? ¿Necesitáis ayuda?

-Bien, aunque la verdad es que nos vendría bien un poco de ayuda…

Antes de que Applejack pudiera decir nada más, Big Mac salió corriendo de la casa, llevando una carpeta consigo, y exclamando.

-¡Applejack!

-¿Qué pasa, Big Mac? Te noto alterado…

-¡La reunión mensual del sindicato de granjeros del condado de Blaine!

-Sí ¿Qué la pasa?

-¡Que es hoy!

-¿Qué? ¿Cómo hoy, pero no me dijiste que…?

-¡Me equivoqué!

-Bueno, vale, pero… ¿a qué hora es?

-¡Ahora!

-¿¡Qué?!-masculló Applejack entonces.

-¡Corre!-exclamó Big Mac, corriendo hacia el coche.

-¡Big Mac, yo te mato! ¡Lo siento, Fritter, en cuanto volvamos os ayudamos!-añadió ella, siguiendo a su hermano.

-¡Tranquila, no pasa nada, ve a eso primero!

Corriendo todo lo que sus piernas la permitían, se dirigió al granero pequeño donde guardaban el coche y montó en el asiento del copiloto mientras Big Mac arrancaba.

-¡Si mal no recuerdo me dijiste que la próxima reunión no era hasta la semana que viene!-le recordó ella, molesta.

-¡Sí, pero porque estaba pensando en la del sindicato del condado de Los Santos, no el de Blaine!

-¡Oh, mierda, corre, corre, arranca!

-¡Ya he arrancado, tranquila!

Cuando vivían en el valle de Tongva, situado en el condado de Los Santos, la familia Apple siempre había estado adscrita al sindicato de agricultura y ganadería del condado de Los Santos, el cual proveía ayudas y concesiones a todos aquellos granjeros y agricultores que en él vivían. Cada mes había una reunión en la ciudad de Los Santos en la que todos los integrantes asistían para enterarse de las últimas novedades y proyectos que se suelen hacer para mejorar el sector.

Al mudarse al condado de Blaine no pudieron seguir perteneciendo al otro sindicato, aunque en ese sentido no hubo ningún problema, ya que fue el mismo el que trasladó su expediente al sindicato del condado de Blaine, pasando a formar parte del mismo en cuanto la mudanza se hizo efectiva. En el caso de este sindicato, la reunión era en Grapeseed, en un edificio situado en la calle principal del centro del pueblo, llamada Grapeseed Main Street, donde se concentraba el pequeño y escaso núcleo poblacional del mismo y los pocos negocios y servicios de la localidad.

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Grapeseed Main Street


Aunque de por sí ya llegaban tarde no tardaron casi nada en llegar al centro del pueblo, ya que Big Mac le metió caña al coche, plantándose allí en menos de tres minutos; en cuanto localizaron el edificio aparcaron al lado, junto a una hilera de coches estacionados, y entraron en él rápidamente. Se dirigieron directamente a la sala de reuniones, donde se encontraban pasando lista.

-Centro de Servicios de Frankie…

-¡El mismo!

-Granja de vacas de Grapeseed…

-¡Aquí!

-Parque de Silos Galileo…

-¡Presente!

-Rancho de Lucky Jim…

-¡Servidor!

-Granja Shady Tree…

-¡Justo aquí!

-Granja Union Grain…

-¡Mismamente!

-Aeródromo de McKenzie…

-¡Yo!-exclamó Óscar.

-RL Hunter e hijos…

-¡Nosotros!

-Y… rancho Apple.

-¡Presentes, presentes!-jadeó Applejack.

-Muy bien, entonces podemos empezar, aunque antes dejadme que os presente a los nuevos propietarios del antiguo rancho O'Neil, ahora rancho Apple, Applejack y Big Macintosh-hizo las presentaciones el hombre que pasaba lista.

-Hola-saludó ella, algo alterada.

-Buenos días-hizo lo propio Big Mac.

El resto de vecinos les saludaron brevemente mientras tomaban asiento cerca de la puerta.

-Vale, y con esta última incorporación damos por empezada la reunión de este mes. Hay varios puntos por tratar, entre ellos el de las concesiones por parte del gobierno local, me temo que no va a ser tan sencillo…

-¿Qué? ¿Por qué no?-inquirió alguien sentado por delante.

-Por las elecciones principalmente, ya sabéis que dentro de poco habrá que votar por un gobernador para San Andreas, y dado que cada candidato posee sus propias medidas en cuanto a concesiones se refiere no vamos a poder pedir ninguna hasta que la gobernación sea efectiva.

-¡Oh, venga ya! ¿Ahora también le vamos a tener que pedir cuentas a los lameculos del gobierno?

-A ver, por mi parte se refiere prefiero esperar, ya que podemos seguir tirando de lo que tenemos hasta que las elecciones terminen. De hecho he estado pensando en utilizar ese plan alternativo que organizamos hace un par de años pero que aún no hemos puesto en práctica ¿os acordáis?

-Ah ¿dices el del sistema autárquico?-inquirió un hombre de mediana edad sentado cerca de donde Applejack y Big Mac se encontraban.

-Sí, ese mismo.

Por un momento hubo un murmullo generalizado en toda la sala, aunque por parte de Applejack y Big Mac tan solo hubo una extrañada mirada puesto que no sabían a lo que se referían.

-Perdona, pero ¿qué es eso del sistema autárquico?-inquirió Appleejack al hombre que antes lo nombró.

-Ah, claro, que vosotros sois nuevos. Ideamos hace cosa de un par de años un sistema de autoabastecimiento movido entre todos, ya que de por sí somos una comunidad agraria bastante fuerte que, en caso de necesidad, podría autoabastecerse por sí misma. Solo es un proyecto no aplicado que lo dejamos ahí sin tocar, como plan b si por lo que sea las concesiones fallan. Nunca antes lo hemos puesto en práctica, aunque si se diera el caso podríamos hacer uso de él…-explicó el hombre con todo detalle.

-Ah, ya veo, aunque… ¿es seguro que no vaya a haber más concesiones de aquí hasta que terminen las elecciones?

-Esa es la cosa, no lo sabemos, nadie lo sabe, es lo que tienen las elecciones, que generan mucha incertidumbre…

Ambos hermanos compartieron entre si una inquieta mirada, no muy seguros de ese plan. La autarquía sólo era posible si se colabora adecuadamente entre todos, pero dado que últimamente ellos no estaban como para tirar cohetes, veían complicado el contribuir a la causa.

-Pero bueno, como ya he dicho es solo una idea, por ahora hay dinero, así que no nos preocupemos por eso, tan solo lo sacaba como alternativa por si las cosas se torcían, que no creo que lo hagan…

-¡No nos asustes, Jim!

-¡j*der que tocapelotas estás últimamente!

El resto de la reunión se dio de forma más calmada, estuvieron revisando entre todos los precios de sus productos, las cifras generales y poco más, para equipararse al mercado local y mantener en equilibrio la delicada situación económica por la que pasaba últimamente tanto el estado como el país y el resto del mundo. Fue una hora y media que se pasó rápidamente y en la cual los dos aprovecharon para ir conociendo poco a poco a sus nuevos vecinos, hablando y congeniando con ellos.

Una vez que la reunión terminó todo el mundo regresó a sus respectivos hogares; por parte de Applejack y Big Mac en cuanto volvieron retomaron sus tareas hasta la hora de comer. El corral estaba casi terminado, los animales los traerían dentro de pocos días, puesto que no pudieron llevárselo todo durante la mudanza, aunque antes había que adecentarlo un poco. No tenían gran cosa, aunque una piara de cerdos con siete individuos, unas pocas gallinas, un gallo y Winona, la border collie de Applejack, completaban el animalario de la familia.

Después de comer retomaron el trabajo enseguida.

-Entonces ¿Qué tal la reunión?-inquirió Apple Fritter en un momento dado, mientras limpiaban los gallineros.

-Ah, bien, por ahora hay pasta, aunque puede que las elecciones bajen un poco las cifras…

-Ah, sí, las elecciones… ya se me había olvidado que estábamos en campaña.

-Pues no lo parece ¿no? Últimamente no hay mucho ruido en la radio al respecto-comentó Braeburn en un momento dado.

-Bah, pero eso da igual, en cuanto queden tres días contados nos bombardearán por todos lados-murmuró Apple Pie con voz monótona.

-¿Quién se había presentado?-quiso saber Apple Cobbler.

-Del partido demócrata me acuerdo que está una tal Sue Murry… del republicano no me acuerdo de su nombre, pero me parece que era un actor de dobles o algo así-informó Braeburn al respecto.

-Oh, vaya, un actor metido a político… ¿de qué me suena eso?

Applejack quiso decir algo, pero en ese momento Fritter la cortó comentando.

-Hey, prima ¿conoces a ese tipo de ahí?

-¿Tipo? ¿Qué tipo?

-El del otro lado del camino, nos lleva observando desde hace un buen rato.

Applejack giró la cabeza y vio entonces a una persona alta, desaliñada, de pelo pobre y apoyado en un árbol cercano; en cuanto vio que le miraban, Trevor Phillips agitó una mano en un gesto de cordialidad fingida.

-Oh, venga ya…

-¿Quién es?

-Un indeseable… dejádmelo a mí, haré que se vaya.

Sin perder más tiempo dejó lo que estaba haciendo y se dirigió hacia él con cara de pocos amigos.

-¿Qué se supone que estás haciendo aquí, Phillips?

-¿Quién, yo? Oh, nada en especial, tan solo dando un paseo contemplando las vistas, y dado que estaba aquí pues pensé: voy a hacerle una nueva visita a mis nuevos vecinos los Apple-murmuró Trevor como quien no quiere la cosa.

-Ya claro, cuéntaselo a otro, vives en Sandy Shores...

-Me gusta dar largos paseos.

Por un momento hubo un tenso silencio, en el cual Applejack miró a Trevor duramente; sin embargo el hombre se lo tomó con mucha calma, comentando de seguido.

-Oh, vamos, ¿Por qué tanta hostilidad hacia mi persona? Yo solo quiero ser un buen vecino, ya sabes, atento, servicial, de esos con los que da gusto hablar cuando te los encuentras por la calle…

-Oh, no lo sé, dímelo tú…

-Eh… el caso es que no lo sé…

-Ya, claro, estuviste aquí la última vez y nos amenazaste a mí y a mi familia, creyéndote el rey del lugar. Me parece muy bien que tengas tus rollos y tus mierdas, Phillips, pero mantente lejos de mis tierras y de mi familia-masculló la chica, contundente.

Trevor la miró fijamente de arriba abajo brevemente antes de hablar de nuevo.

-¿Sabes una cosa, Apple? Eres una mujer fuerte, con carácter, y eso me gusta. No suelo ver de esas muy a menudo, y no solo eso, sino que tienes un gran sentido de unidad familiar. Y adivina qué, eso también me gusta.

-Me da igual, yo tan solo quiero que te largues y me dejes en paz. Nos estás vigilando, no sé por qué, pero no debe ser nada bueno.

-Eh, eh ¿vigilar? Yo no he dicho nada de eso, tan solo me preocupo, ya sabes, como buen vecino que soy…-murmuró Trevor, al tiempo que le daba un mordisco a una manzana que tenía consigo.

Applejack quiso decir algo, pero clavó la vista por un momento en la manzana, llegando a reconocerla enseguida.

-Un momento… ¡esa es una de mis manzanas!

-Ah, sí, bueno, como el otro día comentaste que tus manzanas son toda una delicia pues quise probarlas. Aunque la verdad es que no están muy allá.

-¡Pues claro que no, si ni siquiera han madurado aún! ¡Además, las fumigué esta mañana!-exclamó Applejack, arrebatándosela.

-Ah… ya decía yo que me sabía un poco rara…

La chica le miró durante un breve momento, desconcertada, aunque Trevor se apresuró a decir.

-Bueno, bueno, no te preocupes tanto por mí ¿eh? Peores cosas he probado, y que conste que no lo digo por la manzana.

-Mira… tan solo vete ¿vale?

-Uoh, uoh, espera un momento, o sea vengo aquí con toda mi buena intención, a saludaros, siendo amable, y tú me echas de mala manera. Es maravilloso.

-¡No te hagas el tonto conmigo, sabías a lo que venías!

-Claro, a saludar…

Para entonces Applejack comenzaba a hartarse de toda esa situación, reprimiéndose las ganas de gritarle, pero antes de que pudiera decir nada más, una cascada voz detrás de ella murmuró.

-Bueno, bueno, Applejack ¿así te he educado yo, para que seas tan descortés con los vecinos?

La aludida se dio la vuelta, quedándose de piedra al ver de quien se trataba.

-¡Abuela! Métete en casa, por favor, ahora no es el mejor momento…

-Ah, claro, y sólo porque soy una vieja semi desvalida que apenas puede valerse por sí misma tienes que echarme así sin más… ¿Quién es el caballero que está contigo? ¿Un amigo?

-Trevor Phillips, señora, un vecino amigable que pasaba a saludar…-murmuró él, aprovechando la situación.

-Oh, pero qué amable que es usted… yo soy Granny Smith, la abuela de Applejack, encantada.

-El placer es mío, señora Smith. Pero bueno, veo que están ocupados asentándose y trabajando duro, por lo que les dejaré tranquilos.

-Oh, no se vaya, si acaba de llegar… pase dentro y tomamos un té o un café.

-No, gracias, tampoco quiero molestar…

-No es una molestia, menos aun viendo que se trata de un amigo de Applejack, pase, pase.

-Bueno, si insiste…

Para entonces Applejack quiso decir algo, negarse, poner alguna pega, pero la resultó imposible, sobre todo por el estado de absoluto desconcierto en el que se encontraba ante tan absurda situación.

El resto de la familia les siguieron, igual de chocados; una vez dentro se instalaron en la salita cercana al comedor y al sótano, en cuanto Big Mac vio a Trevor se dirigió a su hermana, alucinado, para pedirla explicaciones pero antes de que pudiera decir nada, ella le cortó.

-No preguntes.

Obligados por las circunstancias, hicieron un café mientras que la abuela charlaba animadamente con Trevor, el cual parecía estar pasándoselo tremendamente bien.

-Y cuénteme señor Phillips ¿vive cerca de aquí?

-Bueno, no puedo decir que sea un vecino cercano, ya que vivo en Sandy Shores, pero de allí hacia aquí hay un bonito paseo que nunca me pierdo por nada del mundo…

-Oh, ya veo, es entonces una persona saludable…

-Bueno, intento siempre mantenerme en forma, mi trabajo así lo requiere.

-Ah ¿y a qué se dedica usted?

Por un momento tanto Applejack como Big Mac se miraron, no muy seguros de lo que la iba a decir; aunque Trevor, conservando la calma en todo momento, dijo sin ningún atisbo de duda.

-Me considero una persona multitarea, ya sabe, hago de todo un poco, tengo algunas propiedades por todo el estado, invierto en bolsa de vez en cuando, tengo una licorería en Sandy Shores, soy el dueño del aeródromo de allí…

-Oh, ya veo, entonces es usted todo un trabajador… me gusta, me gusta.

-Sí, la verdad es que me desvivo por mi trabajo.

-Eso es bueno, en mi familia siempre ha primado ese mismo espíritu laborioso, me alegra comprobar que más gente sigue la misma estela que los Apple siempre han seguido.

-Estoy totalmente de acuerdo con usted, señora Smith, el trabajo duro siempre tiene su recompensa.

Cansada de escuchar tantas tonterías por parte de Trevor, Applejack fue a la cocina para preparar los sándwiches para su hermana, ya que dentro de poco iban a dar las cinco. Big Mac aprovechó para hablar con ella.

-Applejack ¿se puede saber qué hace ese maníaco en nuestra casa hablando con la abuela?

-Apareció antes al lado del corral, traté de echarlo, pero entonces vino la abuela y se apalancó él solo…

-No me lo puedo creer…

-Ya, ni yo, esto no está pasando…

-Voy a echarle, estoy harto de esta gilipollez…-masculló Big Mac, con intención de ir a por la escopeta.

-No, espera, si lo haces la abuela se lo tomará a mal o algo peor, además, no sabes cómo reaccionará ese loco-masculló ella en voz baja.

-Me da igual, no pienso tolerar que se cuele en mi casa así sin más…

-Pero ha sido la abuela la que le ha invitado a entrar… además ¿y si se le cruzan los cables? ¿Ya no te acuerdas de las fotos que nos enseñaron? ¿Quieres que haga lo mismo con nosotros?

Por un momento Big Mac no dijo nada, pensando en lo que le había dicho su hermana; recordaba las fotos y no eran precisamente bonitas. La imagen de la casa totalmente quemada y parcialmente hundida regresó a su mente, pensándoselo mejor.

-Está bien, pero no quiero que se quede más tiempo de lo necesario…

-Tranquilo, dentro de poco van a dar las cinco, iré a recoger a Apple Bloom por lo que aprovecharé para echarle de buenas. Por cierto, hablando de ella ¿la llegaste a echar un ojo cuando la acercaste al cole?

-Sep, no vi nada raro, aunque la noté un tanto reticente, como si la diera reparo salir del coche…

A eso Applejack frunció el ceño, un tanto preocupada, aunque por ahora prefirió tratar el asunto que tenían entre manos. Terminó de untar los sándwiches, los envolvió en papel de plata, y se dirigió a la salita donde se encontraban Trevor y la abuela hablando.

-Abuela, me voy a recoger a Apple Bloom al colegio.

-Ah, muy bien…

En cuanto Trevor vio que Applejack se iba se excusó enseguida diciendo.

-Oh, bueno, me gustaría quedarme más tiempo, pero tengo cosas que hacer, y seguro que ustedes también, por lo que no les entretengo más. Gracias por el café, señora Smith.

-¿Se va ya? Oh, es una pena… pero puede volver a visitarnos cuando usted quiera-murmuró ella, sin ningún tipo de reparo.

-Señora Smith, es usted una mina de inspiración…

-Oh, qué adulador…

Antes de que Applejack hubiera llegado a su coche, Trevor la alcanzó al tiempo que decía.

-Apple, tengo que decirte que tu abuela es todo un encanto de mujer… y que sepas que yo les tengo mucho respeto a ese tipo de mujeres.

-Vale, Phillips, tiempo muerto-masculló ella, haciéndole parar.

Por un momento Trevor la tomó la palabra y se quedó callado, mirando a Applejack con gesto inquisitivo.

-Lo de hoy ha sido algo completamente excepcional, pero te lo vuelvo a repetir por si no te había quedado claro. No quiero volver a verte por mis tierras ni que te acerques a mi familia ¿entendido?

-Eh… ya, bueno, no creo que tu abuela esté muy de acuerdo contigo-murmuró él con sorna.

-Mira, habrás engañado a mi abuela, pero a mí no me engañas ¿de acuerdo? Y ahora lárgate antes de que mi hermano salga con la escopeta.

-Oh, deberías relajarte un poco…

Reprimiéndose como podía, Applejack trató de ignorarle y se dirigió al coche, pero antes de que llegara a subir Trevor comentó.

-Ah, por cierto, me vendría bien que me llevaran ¿podrías acercarme a mi casa?

-No soy tu chófer, Phillips-le espetó ella, cada vez más cabreada.

-Oh, vamos ¿Qué más te da? Además, pasas de camino.

Ese comentario dejó clavada a Applejack, la cual le lanzó una mirada asesina, aunque Trevor tan solo hizo un gesto con sus hombros. La chica soltó un exasperado suspiro y masculló.

-Sólo por esta vez…

-Muchas gracias, señorita.

Los dos se montaron en el coche y se dirigieron hacia Sandy Shores saliendo a la carretera principal que bordea el mar de Álamo en dirección hacia East Joshua Road, que llevaba directamente hacia allí.

-¿Sabes una cosa, Apple? Ya me siento como si fuera de la familia, tu abuela me ha tratado estupendamente ¿puedo llamarte Jack?

-No.

-Oh, bueno, entonces sólo Apple…

-No soy tu amiga, Phillips.

-Oh ¿Por qué no? A mí siempre me ha gustado conocer a gente nueva, ya sabes, hacer nuevos amigos, gente con la que charlar un caluroso día de verano a orillas del mar de Álamo, disfrutando de su pestilente olor… el del mar, no el del amigo.

-Mira, no sé qué quieres de mí, pero te lo vuelvo a repetir, no quiero mezclarme contigo, Phillips, sé quién eres.

-¿Ah, sí? A ver ¿Quién soy?

-Pues mira, eres un psicópata criminal que controla toda la costa sur del mar de Álamo, sabido y conocido por todo el mundo, creo que tengo motivos más que suficientes como para desconfiar de ti-le espetó ella, con rabia.

Trevor la miró por un momento, con cara de pan, hasta que finalmente contestó.

-Esa… es la cosa más bonita que me han dicho en toda mi vida. ¡Sí señor, los tienes cuadrados, Apple! ¡Me gusta tu sinceridad! ¡Me caes bien, Apple, en serio!

Para entonces Applejack dejó escapar un gruñido desesperado, tratando de no echarle del coche en marcha.

-Oh, dios santo, dame fuerzas…

-No se las pidas a él, pídeselas a alguien más dispuesto a dártelas… como yo, por ejemplo.

El trayecto hacia Sandy Shores nunca se la hizo más largo en toda su vida, aunque finalmente llegaron al lugar; Applejack paró al lado de uno de los carteles de bienvenida, azul y con letras blancas.

-Hemos llegado, bájate ya.

-Ah, mi caravana está justo ahí, detrás de la gasolinera.

-Me da igual, lárgate.

-Ah, vamos ¿no quieres pasar un momento a tomar una cerveza?

-Tengo que ir a recoger a mi hermana a la escuela, fuera Phillips, ahora-le escupió ella con furia reprimida y con dagas en los ojos.

Trevor la devolvió la mirada por un momento hasta que finalmente asintió con la cabeza, bajándose del coche; Applejack salió disparada sin decirle nada más, mientras que él la observaba alejarse en dirección oeste.

-Dura y con carácter… totalmente mi tipo-murmuró Trevor antes de echar andar hacia su caravana.

El viaje hacia Harmony fue mucho más tranquilo, la atmósfera se relajó y la radio la ayudó a serenarse un poco; aun así la seguía molestando el hecho de que se lo tomara todo con tanta cachaza y pasividad. ¿Por qué se acercaba a ella? ¿Qué quería de su familia? No lo sabía, pero fuese lo que fuese no iba a dejar que interfiriera así sin más. Debía proteger a su familia y lo que era suyo, eso lo tenía más que claro. La familia era lo más importante para ella, y así seguiría siendo.

Aunque iba tan inmersa en sus pensamientos que no se dio cuenta que había llegado ya, por lo que aparcó cerca de la escuela y fue a recoger a su hermana. La vio saliendo por la puerta cabizbaja y con porte abatido, aunque al ver a su hermana mayor su gesto mejoró y corrió hacia ella, dándola un gran abrazo.

-Hey, mi pequeña reineta… ¿Qué tal hoy en clase?

-Bien…-murmuró ella, algo esquiva.

-No lo dices muy convencida.

A eso Apple Bloom no dijo nada, con gesto mohíno, aunque éste mejoró en cuanto Applejack la mostró los sándwiches; las dos se dirigieron al coche mientras que la pequeña se los iba comiendo con gusto, al tiempo que Applejack iba pensando en alguna forma de hacerla hablar, aunque por ahora tan solo quería mejorar su humor.

Nada más arrancar la radio volvió a sonar, en ese momento se pudo escuchar al DJ de Rebel Radio hablando.

-Hey ¿Qué tal San Andreas? Espero que nuestros oyentes estén pasando un buen rato porque tenemos toneladas de música y diversión para esta tarde, conmigo, Jesco White. ¿Qué tal un poco de county rock? Estos son los Ozark Mountain Daredevils aconsejándote cómo llegar al cielo…

En ese momento comenzó a sonar cierto ritmo en una armónica que a Applejck la resultaba tremendamente familiar; fue cuando tuvo una idea y comenzó a cantar a la par que la música.



I never read it in a book, I never saw it on a show
But I heard it in the alley on a weird radio
If you want a drink of water, you got to get it from a well
If you want to get to Heaven, you got to raise a little hell



Apple Bloom la miró extrañada al verla tan desatada, aunque a ella no la importó, comentándola de seguido en cuanto acabó ese verso.

-Eh, venga, esta te la sabes…

Antes de que la niña pudiera responder, ella volvió a cantar.

I never felt it in my feet, I've never felt it in my soul
But I heard it the alley, now it's in my rock and roll
If you want to know a secret, you got to promise not to tell
If you want to get to Heaven, you got to raise a little hell



Justo después comenzó a sonar más ritmo con armónica y guitarra entremezcladas, animando poco a poco a Apple Bloom, la cual acabó sumándose a su hermana en los siguientes versos.

I never thought it'd be so easy, I never thought it'd be so fun
But I heard it in the alley, now I've got it on the run
If you want to see an angel, you got to find it where it fell
If you want to get to Heaven, you got to raise a little hell



Para entonces el humor de la niña había cambiado, bailando al son de la música y cantando con su hermana alegremente.

If you want to get to Heaven (x4)


Nada más acabar la canción las dos se rieron con confidencia, al tiempo que Apple Bloom comentó.

-Gracias, Applejack…

-Oh, no iba a dejarte así de mustia ¿no?

La niña tan solo sonrió, sin necesidad de decir nada.

-¿Te han dejado tarea por hacer?

-Sí…

-Bueno, en ese caso hazla y cuando termines te dejamos que nos ayudes con el corral ¿vale?

-Vale.

En un momento como ese todo lo demás perdía importancia, y tipos como Trevor Phillips no suponían ninguna preocupación, olvidándole incluso. La vuelta a casa fue exponencialmente mejor y de camino no resultó ser tan desagradable pasar al lado de Sandy Shores.

El resto de la tarde fue mucho más tranquila, adecentado el corral y dándole los últimos retoques, estando listo para albergar sus animales en cuanto los trajeran en camión. La cena transcurrió de forma más apacible, incluso la abuela no volvió a mencionar a Trevor Phillips durante el resto del día.

Finalmente, para rematar la jornada, la familia al completo se fue al salón con chimenea más grande, que era donde tenían la televisión, y la estuvieron viendo todos juntos; aunque en cuanto dieron las ocho Apple Bloom se tuvo que retirar a dormir en contra de su voluntad.

-Jo, venga ya, cinco minutos más…

-Ya sabes que no, Apple Bloom, tienes tus propios horarios de sueño y los tienes que cumplir…

-Agh, es un asco ser pequeña, quiero ser mayor de una vez.

-Sí, lo mismo decía yo cuando tenía tu edad…

Acompañó a la niña hasta su cuarto, acostándola ella misma.

-Applejack, sé acostarme yo sola…

-Oh, pero es que me da cosa perder la costumbre, me acuerdo cuando solo tenías tres años, me pedías que te arropara, que te leyera un cuento, que te diera un beso de buenas noches…-murmuró Applejack, poniéndose nostálgica.

-Eugh, Applejack, déjalo ya, me estás poniendo los pelos de punta…

-Oh, vamos, ¿no te hace eso más cercana a mí? Intento confraternizar contigo…

-Creía que eso ya estaba hecho… te quiero igual ¿sabes?-murmuró la niña, como quien no quiere la cosa.

Ante eso Applejack sonrió abiertamente, tocada por su comentario.

-Oh… mi hermanita pequeña se está haciendo mayor…

-Pues claro, tengo nueve años ¿recuerdas?

-Claro que sí.

Por un momento hubo un breve silencio, cosa que Applejack aprovechó para preguntar.

-Entonces ¿todo bien por el cole?

-Eh… si…

-Vamos, deja de mentirme, Apple Bloom, sabes que no me gusta que hagas eso.

La mirada que la echó fue suficiente para convencerla y la niña comenzó a hablar.

-Es un asco… no dejan de meterse conmigo y llamarme niña pija sólo porque somos del condado de Los Santos.

-Pero bueno ¿y eso que tiene que ver?

-No estoy segura, pero dicen que se me nota por el acento…

-¡Eso es ridículo! ¡Una cosa es vivir en Los Santos, donde confluyen muchos acentos, y otra muy distinta es hacerlo en medio del condado de Los Santos! ¡Diablos, si éramos los únicos en el valle de Tongva!

-Aun así… y encima no tengo a nadie que me apoye, intenté hacer amigos, pero las niñas de mi clase no me hacen caso.

Applejack se quedó un tanto preocupada por lo que la comentó, pensando rápidamente en alguna solución.

-No te preocupes, dulzura, solucionaré esto, hablaré con el director si es necesario ¿vale? Ahora descansa.

Apple Bloom tan solo asintió algo abatida y con gesto tristón; su hermana le dio un beso de buenas noches en la frente y bajó de nuevo al salón con el resto de la familia, pensando en posibilidades. La abuela Smith se había quedado sopa en su sillón favorito mientras que el resto seguían viendo la tele repantingados en los sofás.

-Hey, prima…-la saludó Apple Fritter.

-Hey…-murmuró la aludida, sentándose a su lado.

-Eh ¿Qué pasa, a qué viene esa cara?

-Es Apple Bloom, parece que está teniendo problemas en el colegio con sus compañeros.

-Vaya… ¿Qué piensas hacer al respecto?

-Hablar con el director seguro… aun así me preocupa, Fritter, los niños pueden llegar a ser muy crueles.

-Sí, lo sé…

Applejack prefirió dejarlo ahí y decidió intentar distraerse un poco con la tele; antes estaban viendo una película antigua de la época dorada de Vinewood, aunque en ese momento había publicidad.

-Agh, que empiece ya, estoy harto de publicidad-masculló Braeburn en ese momento.

-Ya ves, y eso que dura poco menos de cinco minutos, pero nos la cuelan cada cuarto de hora.

En ese momento estaban anunciando la bebida E-Cola, aunque el siguiente les sorprendió, puesto que era un anuncio sobre las elecciones.

-Bueno, ya empiezan…-murmuró Apple Cobbler, con tonito.

-A ver qué nos venden-apuntó Apple Pie, con una sonrisita mordaz.



Una vez que el anuncio pasó, no tardaron demasiado en empezar a opinar.

-Espera, espera ¿¡qué?! ¿¡74% de impuestos?! ¿¡Se ha vuelto loca?!-soltó Fritter, alucinada.

-Hombre, al menos parece que quiere destinar el dinero del gobierno federal para otras cosas, al menos es algo…-comentó Braeburn.

-Lo que no entiendo es lo de la inversión en la radio ¿Qué conseguiría con eso?-se preguntó Cobbler, extrañada.

-Esto… ¿hola, 74%? ¡Es una locura!

-Típico de los demócratas, parece que piensan, pero en realidad lo hacen con el culo en vez de con el cerebro…-opinó Apple Pie, sin pelos en la lengua.

-Al menos se la ve dispuesta a hacer algo, que lo mejore ya es otra historia… ¿tú qué opinas, Big Mac?-inquirió Applejack a su hermano.

Este fue a contestar cuando, en ese momento, el siguiente anuncio, que también resultó ser electoral, desvió la atención de todo el mundo.



Esta vez la opinión fue más unánime.

-¿¡Pero este tío de que va?!

-¿Qué al menos ya sabemos que es un gilipollas? Oh, vaya, gracias, nunca lo hubiera pensado, ahora no te votaré por gilipollas.

-¿¡Y qué es eso de que se han preocupado por la gente durante demasiado tiempo?! ¡Si nunca lo han hecho!

-Republicanos, directamente sin cerebro, típico.

Para entonces el salón se llenó de comentarios, aunque la abuela siguió durmiendo imperturbable. Por parte de Applejack tenía otras cosas en la cabeza más importantes que Jock Cranley o Sue Murry, por lo que permaneció en silencio durante la mayor parte del tiempo.

Afuera una luna menguante y casi nueva iluminaba débilmente el estado de San Andreas. Desde el monte Gordo se podía apreciar un débil brillo blanco que resplandecía desde uno de sus acantilados hasta que finalmente se apagó.
Última edición por Sg91 el 03 Dic 2015, 17:04, editado 1 vez en total

Te voy a escribir toda enterita... cachito a cachito... con todo lujo de detalles...
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor LloydZelos » 26 Jun 2015, 23:28

Esos anuncios, pero pero pero :qmeparto: Curioso capítulo que muestra el día a día de los Apple, con puntos extra como el plasta de Philips o la adorabilidad de Apple Bloom sin quererse levantar. El primero me da miedo, por cierto, pero estoy seguro de que las escopetas y los puños pueden llegar a hablar si es necesario :roto2: Y tengo mis sospechas de que Granny Smith los tiene de jodio adamantium. Ese café no ha sido por nada :ajhuh:
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Re: Crónicas de Los Santos [Crossover] [Adventure]

Notapor Damián García » 04 Jul 2015, 22:35

CAPÍTULO 9
LA FAMILIA


Hola, Sg91

Perdona la demora con este review, no me di cuenta hasta ayer de que habías publicado este capítulo. Según veo en tu perfil de fanfiction lo subiste el 26 de junio, estamos a día 4 de julio, o sea hace 8 días.

LOS APPLE
Está claro que son una familia donde todos están muy apegados unos a otros. Me llamó la atención que uno de ellos se llamase Apple Pie. ¿Pie? ¿Cómo Pinkie? Mmm, creo recordar que en un capítulo de la T4 plantearon la posibilidad de que Pinkie podría ser pariente de los Apple, pero no se llegó a resolver, se quedo la duda flotando en el aire. Honestamente espero que no, no sé por qué pero me incomoda la idea de que Pinkie y Applejack sean parientes, preferiría que Pinkie se emparentase con los Cake.

O sea que Los Apple proceden del condado de “Los Santos” pero no del centro sino del distrito del Valle de Tongva.

Je, je, je. La típica lucha eterna por las mañanas ¿Quién va a usar primero el aseo? Y entonces contestan todos a la vez ¡YO, ESPERA TU TURNO! XDXDDD. ¿La casa de Applejack tiene dos baños? Qué suerte, si tuviesen uno solo sería un follón.

Menuda historia la de la casa. Pertenecía originalmente a un ranchero en su época de esplendor, luego pasó a manos de los hermanos O´Neil que la deterioraron, fue incendiada por Trevor Phillips y posteriormente los Apple la adquirieron y reconstruyeron. Por cierto en un apartado dijiste que Trevor voló la casa y seguidamente pusiste que la incendió ¿En qué quedamos? Cuando leí “volar la casa” pensé en una bomba.

Apple Bloom sufre bullying escolar. Me lo temí desde el principio. «Cuando el río suena aguas lleva» Espero que Applejack hablé con el director del colegio y le deje las cosas muy claras.

No estoy seguro de si Applejack hizo bien o mal en contratar el servicio de fumigación. En principio es normal que lo haga, puesto que es necesario para la cosecha. Sin embargo, no parece que Oscar ofrezca un producto muy bueno, ¿El tío oferta pesticidas sin entender de plagas? ¿Un producto que sirve para casi todas las plagas? Mmm, no sé qué opinaría sobre eso un exterminador profesional.

Me gustó la reunión de granjeros y parece que todos están dudosos sobre las próximas elecciones. ¿Un sistema de Autoabastecimiento? Mmm, podría dar lugar a una trama muy interesante, quiero ver más sobre eso. Ojala lo pongas.

La expresión “animalario” es algo discutible. Formalmente es un edificio que alberga varios animales destinados a experimentos científicos, eso según el diccionario de la RAE, pero puede que quizás por extensión también tenga otros significados. En este caso creo que te refieres al conjunto de todos los animales que poseen los Apple.

TREVOR PHILLIIPS
¿De qué va ese tío? Primero amenaza a la familia Apple y ahora quiere ser su amigo. ¿Qué pasa con él? ¿Tiene doble personalidad? ¿Está medicado? ¿Es un truco? Encima se “ligo” a la abuela Apple. ¿Es un psicópata criminal que controla toda la costa sur del mar del Álamo, sabido y conocido por todo el mundo? O sea ¿Qué controla ilegalmente el comercio marítimo? Entonces ¿Por qué no le detiene la policía? Jobar. Primero Rarity y ahora Trevor, por lo visto en GTA la policía está de adorno.

ELECCIONES
Los demócratas parece que piensan pero lo hacen con el culo en vez de con el cerebro. Los republicanos directamente no tienen cerebro. OK, unos tienen cerebro pero no lo usan porque en su lugar emplean el trasero, y otros directamente carecen de masa cerebral. XDXDDD.

Eso es todo por ahora.

Un saludo.
Nos leemos.
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