Mini relato de Hearts and Hooves day [Romance]
Publicado: 14 Feb 2015, 17:46¡Hola a todos! ¡Feliz Hearts and Hooves day! Y que mejor forma de celebrarlo (para alguien cuya pasión es escribir fanfics de mlp, entre otras cosas), que hacer un pequeño relato especial para este maravilloso día. Así que, sin más dilación, la mini historieta lleegaa:
Era un hermoso día, casí como otro cualquiera. Los ponys salían en parejas por las calles de Ponyville, mas era The Hearts and Hooves day. Pocos eran los que estaban solos, más precisamente sería, si dijésemos que uno o dos ponys estaban solos. Una hermosa unicornio, de crines celestes, pelaje azul muy claro, y ojos violetas, con una cutie mark de una hermosa rosa hecha de rubíes, que representaba el talento de la pony para construir figuras de gemas, paseaba sola por las calles de ponyville, envidiando a los ponys que paseaban en parejas o grupos de múltiples parejas. Con algunos ponys se topaba en su monótono paseo, estos se disculpaban con ella, pero esta parecía no oírles. Al cabo de un tiempo, la unicornio chocó con un pegaso de crines granates, pelaje dorado, y ojos grisáceos, que llevaba unas gafas de sol, y cuya cutie mark era un cachorro de perro, que simbolizaba su talento para domesticar animales.
-¿He chocado con algo? -preguntó el pegaso, mientras, parecía que la unicornio no le oía. -¿Alguien me puede decir si he chocado con algo?
La unicornio, comprendiendo que el pony no se había dado cuenta de que habían chocado, ya que trataba de tocar algún obstáculo que hubiera en medio, dijo:
-Mira por donde vas, me has hecho daño -el pegaso miró hacia donde venía la voz. -Ten más cuidado a partir de ahora.
El pegaso asintió y trató de continuar, pero la unicornio le puso la zancadilla, y este tropezó.
-¿He vuelto a tropezar con algo? -preguntó el pegaso, mientras la unicornio estallaba en carcajadas, al ver que el pegaso había caído. -¿Quién está riendo?
-Es increíble que un pegaso sea tan patoso de ir caminando y tropezar con una simple zancadilla -rió la unicornio, mientras el pegaso miraba a donde provenía la voz.
-¿Te parece gracioso hacer tropezar a un ciego? -preguntó el pegaso, poniéndose furioso.
-Disculpa, ¿has dicho algo? -preguntó la unicornio, al ver como este movía los labios, hablando, a pesar de que no le había oído.
-¡He dicho: ¿te parece gracioso hacer tropezar a un ciego?! -repitió el pegaso, a gritos, pero la unicornio parecía que continuaba sin escucharle, y los ponys que por ahí pasaban comenzaban a mirarles, curiosos, la unicornio, se estaba avergonzando.
-Déjame en paz -dijo la pony, ruborizada por ser el centro de atención de muchos ponys.
De repente, el pegaso le puso la zancadilla, y la unicornio cayó.
-¿Qué gracia le ves a esto? -preguntó el pegaso, y la unicornio se levantó del suelo, mirándolo, furiosa.
-¿Crees que tiene gracia? -preguntó la unicornio, aparentemente muy furiosa, mientras el pegaso la miraba, con el ceño fruncido, ambos seguían siendo el centro de atención de muchas miradas curiosas.
-¿Por qué no os decís la verdad? -preguntó una pony entre los allí presentes.
El pegaso se giró hacia donde provenía la voz, y la unicornio le imitó, sin entender que pasaba.
-¿La verdad? -preguntó el pegaso.
-Sí, ¿no hos habéis dado cuenta? -dijo la pony. -A ver, ella es sorda, y el es ciego, y ninguno de ellos se entera de nada.
El pegaso estaba atónito, y la unicornio no se enteraba de nada.
-¿Sorda? -preguntó el pegaso atónito, no salía de su asombro.
La pony que había hablado levantó un cartel en el que ponía: "El pegaso es ciego". La unicornio lo vio y se giró hacía el pegaso.
-¿Ciego? -preguntó la unicornio y el pegaso asintió.
Alguien lanzó una libreta y un bolígrafo al pegaso, y este, sin conseguirlo muy bien, preguntó a la unicornio: "¿Sorda?". La unicornio tardó un rato en descifrar los garabatos que el pegaso había hecho en la libreta, pero cuando lo consiguió, asintió varias veces, ruborizada.
-Yo soy Yanny, ¿y tú? -dijo la unicornio, presentándose, al comprender por fin todo.
El pegaso escribió como pudo en la libreta: "Dorv". La unicornio consiguió descifrarlo mientras terminaba de levantarse.
-¿Dorv? -preguntó y el pegado asintió.
El pegaso extendió una pata, con intención de saludar de una buena forma a la unicornio, y esta le estrechó la pata. Ya aburridos, los ponys allí presentes se disiparon, y, en el interior de ambos ponys, algo se encendió, una pequeñña llama de amistad, pero demasiado..., ardiente para ser solo eso, había algo más. Y así, juntos se fueron paseando por Ponyville.
Ahora una cosa: Ambos ponys los he inventado yo, pero, la idea de hacerlos una sorda y el otro ciego, se me ocurrió de haber leído el fic de EdoNova, sobre la emocionante vida de su oc, Loud Off. Bueno, espero que os haya gustado este pequeño relato,
un saludo,
Nahyo.
Era un hermoso día, casí como otro cualquiera. Los ponys salían en parejas por las calles de Ponyville, mas era The Hearts and Hooves day. Pocos eran los que estaban solos, más precisamente sería, si dijésemos que uno o dos ponys estaban solos. Una hermosa unicornio, de crines celestes, pelaje azul muy claro, y ojos violetas, con una cutie mark de una hermosa rosa hecha de rubíes, que representaba el talento de la pony para construir figuras de gemas, paseaba sola por las calles de ponyville, envidiando a los ponys que paseaban en parejas o grupos de múltiples parejas. Con algunos ponys se topaba en su monótono paseo, estos se disculpaban con ella, pero esta parecía no oírles. Al cabo de un tiempo, la unicornio chocó con un pegaso de crines granates, pelaje dorado, y ojos grisáceos, que llevaba unas gafas de sol, y cuya cutie mark era un cachorro de perro, que simbolizaba su talento para domesticar animales.
-¿He chocado con algo? -preguntó el pegaso, mientras, parecía que la unicornio no le oía. -¿Alguien me puede decir si he chocado con algo?
La unicornio, comprendiendo que el pony no se había dado cuenta de que habían chocado, ya que trataba de tocar algún obstáculo que hubiera en medio, dijo:
-Mira por donde vas, me has hecho daño -el pegaso miró hacia donde venía la voz. -Ten más cuidado a partir de ahora.
El pegaso asintió y trató de continuar, pero la unicornio le puso la zancadilla, y este tropezó.
-¿He vuelto a tropezar con algo? -preguntó el pegaso, mientras la unicornio estallaba en carcajadas, al ver que el pegaso había caído. -¿Quién está riendo?
-Es increíble que un pegaso sea tan patoso de ir caminando y tropezar con una simple zancadilla -rió la unicornio, mientras el pegaso miraba a donde provenía la voz.
-¿Te parece gracioso hacer tropezar a un ciego? -preguntó el pegaso, poniéndose furioso.
-Disculpa, ¿has dicho algo? -preguntó la unicornio, al ver como este movía los labios, hablando, a pesar de que no le había oído.
-¡He dicho: ¿te parece gracioso hacer tropezar a un ciego?! -repitió el pegaso, a gritos, pero la unicornio parecía que continuaba sin escucharle, y los ponys que por ahí pasaban comenzaban a mirarles, curiosos, la unicornio, se estaba avergonzando.
-Déjame en paz -dijo la pony, ruborizada por ser el centro de atención de muchos ponys.
De repente, el pegaso le puso la zancadilla, y la unicornio cayó.
-¿Qué gracia le ves a esto? -preguntó el pegaso, y la unicornio se levantó del suelo, mirándolo, furiosa.
-¿Crees que tiene gracia? -preguntó la unicornio, aparentemente muy furiosa, mientras el pegaso la miraba, con el ceño fruncido, ambos seguían siendo el centro de atención de muchas miradas curiosas.
-¿Por qué no os decís la verdad? -preguntó una pony entre los allí presentes.
El pegaso se giró hacia donde provenía la voz, y la unicornio le imitó, sin entender que pasaba.
-¿La verdad? -preguntó el pegaso.
-Sí, ¿no hos habéis dado cuenta? -dijo la pony. -A ver, ella es sorda, y el es ciego, y ninguno de ellos se entera de nada.
El pegaso estaba atónito, y la unicornio no se enteraba de nada.
-¿Sorda? -preguntó el pegaso atónito, no salía de su asombro.
La pony que había hablado levantó un cartel en el que ponía: "El pegaso es ciego". La unicornio lo vio y se giró hacía el pegaso.
-¿Ciego? -preguntó la unicornio y el pegaso asintió.
Alguien lanzó una libreta y un bolígrafo al pegaso, y este, sin conseguirlo muy bien, preguntó a la unicornio: "¿Sorda?". La unicornio tardó un rato en descifrar los garabatos que el pegaso había hecho en la libreta, pero cuando lo consiguió, asintió varias veces, ruborizada.
-Yo soy Yanny, ¿y tú? -dijo la unicornio, presentándose, al comprender por fin todo.
El pegaso escribió como pudo en la libreta: "Dorv". La unicornio consiguió descifrarlo mientras terminaba de levantarse.
-¿Dorv? -preguntó y el pegado asintió.
El pegaso extendió una pata, con intención de saludar de una buena forma a la unicornio, y esta le estrechó la pata. Ya aburridos, los ponys allí presentes se disiparon, y, en el interior de ambos ponys, algo se encendió, una pequeñña llama de amistad, pero demasiado..., ardiente para ser solo eso, había algo más. Y así, juntos se fueron paseando por Ponyville.
Ahora una cosa: Ambos ponys los he inventado yo, pero, la idea de hacerlos una sorda y el otro ciego, se me ocurrió de haber leído el fic de EdoNova, sobre la emocionante vida de su oc, Loud Off. Bueno, espero que os haya gustado este pequeño relato,
un saludo,
Nahyo.
