CAPITULO 38
Cuando todos se habían reunido, empezaron a bajar por las escaleras, sumergiéndose en la oscuridad, en primer lugar iban Rayner seguido de Luna y Twilight, haciendo brillar sus cuernos para iluminar el camino que descendía, les seguía botando Pinkie Pie y cerrando la marcha estaba el gran Coal. Bajaron unos veinte metros y se adentraron en un túnel donde el minotauro tuvo que encogerse para que sus cuernos sólo arañasen el techo de piedra. Todos estaban atentos, esperando que alguna trampa se activase pero no ocurría nada, al cabo de unos minutos caminando llegaron a una sala grande y con forma de óvalo, iluminado por el fuego de cuatro grandes braseros que había a los lados.
Todo el grupo caminó hasta estar en el centro, observando constantemente a su alrededor, a la espera de que algo ocurriese pero nada pasó durante varios minutos.
-¿Creéis que la pista era falsa?- preguntó Rayner
-¡No dudes de la palabra del mejor mago de todos!- exclamó Twilight indignada
-Pues para ser tan bueno, no ha sido de mucha ayuda- murmuró Luna
-Quizás si preguntamos a alguien, nos aclaremos- sugirió Pinkie
Twilight no pudo evitar llevarse el casco al rostro.
-¿Y a quien pensabas preguntar, Pinkie?- preguntó la unicornio con sarcasmo-¿A una piedra?-
-Podría valer, porque entiendo como hablan, ya que me crié en una granja de rocas- respondió sin molestarse- pero yo pensaba más en ese individuo-
-¿Quién?- inquirió Luna
-Ese- señaló Pinkie sonriente- El siniestro caballo fantasma que nos mira desde el techo-
Todos miraron en esa dirección y lo vieron, un enorme corcel espectral, de un color blanco puro, con un cuerno en espiral que le salía de la frente y una larga cola y crin que se difuminaban en forma de estelas de niebla. Sus ojos parecían dos perlas y todo su esquelético cuerpo era traslúcido, pero se veían los reflejos de las llamas por todo su ser espectral.
El grupo se quedó de piedra (menos Pinkie, que saludaba alegremente al ente), entonces Luna, por un acto reflejo, lanzó un relámpago al fantasma desde su cuerno.
Hubo un destello y el relámpago se dividió en dos al chocar con un escudo invisible, el fantasma relinchó y cabalgando en el aire, cargó contra los mortales del suelo.
Todos rodaron para esquivar al monstruo (Pinkie fue arrastrada por Coal) y se pusieron en guardia.
Luna, encendió su cuerno y lanzó otro relámpago pero el fantasma con un relincho creó una distorsión que lo desvaneció, Twilight creó llamas que rodearon al fantasma en una esfera de fuego pero el fantasma le bastó con cerrar los ojos y una potente ráfaga de aire salió de su alrededor, extinguiendo las llamas.
Cuando el ente abrió los ojos se encontró de frente a Coal, que cargaba como un tren desbocado y en cuanto estaba a un centímetro de la criatura, el enorme minotauro fue elevado en el aire, estrellado contra el techo y se le dejó caer como un saco de arena.
-¡Luna, distracción!- rugió Rayner
Luna cerró los ojos y de la nada aparecieron a su alrededor varias espadas, lanzas y cuchillos, todos de metal oscuro y mangos azules ornamentados con motivos lunares, las afiladas armas fueron disparadas con una gran velocidad con la telequinesis de la princesa al enemigo, pero el fantasma no se movió en absoluto y le bastó con mirar a las armas para que estas ardieran en llamas, a tales temperaturas que en segundos, cayeron fundidas, formando charcos humeantes plateados.
Pero Rayner acababa de colocarse detrás del monstruo en un destello de teleportación, aprovechando la distracción, de un movimiento circular y armado con su gran espada, el humano cercenó la cabeza del fantasma.
No sirvió de nada, la cabeza permaneció en su lugar y la espada dejó tras su movimiento una fina estela de niebla. Rayner no reaccionó a tiempo y sintió una potente coz que lo mandó a volar junto a Coal.
Luna y Twilight lanzaban todo lo que tenían, pero siempre atravesaban a la criatura sin hacer daño o chocaban contra algún escudo invisible.
Al final un rayo lo rozó por la espalda.
-¡Eh fantasmita, ven a por mi!-Se escuchó gritar a Rayner.
El ente, furioso lanzó una llamarada de su cuerno al humano, pero este se había transportado justo a su lado. El humano con sorna se dio un golpecito en el estómago, incitando al fantasma.
El ente gruñó y realizó un placaje contra el humano, dejándolo sin aliento.
-¡Rayner! ¡¿En qué estas pensando?!- exclamó Twilight aterrada.
Pero Rayner se aferró al fantasma y con toda la fuerza que pudo, gritó:
-¡Ahora, Coal!-
El minotauro apareció de un lado e impactó contra el fantasma chocando contra él y provocando que Rayner cayese a un lado. Sin perder tiempo, el gran minotauro agarró el delgado cuerpo del monstruo, lo alzó cuanto pudo y lo estrelló con la fuerza de una avalancha contra el suelo, levantando humo, niebla y polvo.
-¡Lo sabia!- gritó Rayner- ¡Si quiere atacar físicamente se debe volver tangible!-
El grupo exclamó su alegría por el plan exitoso pero enseguida se callaron al ver a la niebla formarse de nuevo con la forma del corcel fantasma, antes de que pudieran hacer nada, todos los presentes se alzaron con telequinesis y se estrellaron al extremo de la sala en un lío de cuerpos, patas, pezuñas y alas.
Rayner se intentó levantar rápidamente, pero Coal estaba encima y no podía moverlo, el espectro se acercaba cada vez más con una mirada blanca y resoplando por la nariz.
Rayner se quedó aterrado sin poder hacer nada, al igual que el resto, pero entonces al abrir los ojos vio una mancha rosa borrosa ante él, cuando se le aclaró la vista vió que se trataba de Pinkie Pie.
-¡Pinkie, aparata!- gritó desesperado el humano.
Pero la terrestre no se movió hasta que se dio la vuelta y miró con rabia a sus compañeros.
-¿Qué os pasa? ¡Hay que ser maleducados para atacar a alguien en su propio hogar, me habéis decepcionado mucho!-
El grupo todavía apiñado parpadeó varias veces confuso y Pinkie se dirigió al fantasma.
-Siento mucho lo que han hecho mis amigos, pero en realidad son buena gente…hemos recorrido mucho para llegar aquí y encontrar el libro de la verdad. Las palabras de Starswirl el barbudo nos han conducido aquí-
El corcel fantasma se quedó quieto, mirando primero a Pinkie y después al resto.
-¡Ah! Que alegría escuchar eso, ¿Por qué no lo habéis dicho antes?- dijo el fantasma con una voz alegre.
Al instante, el aspecto fantasmagórico del corcel cambió, su tamaño disminuyó hasta ser un poni normal, su expresión se volvió muy amistosa, le emergió una larga barba y la niebla se convirtió en un gran sombrero y capa con numerosos cascabeles colgados.
-Ya era hora de que alguien encontrara mi mensaje- dijo molesto, pero era obvio que se alegraba de ver al grupo.
-Un momento- dijo Rayner anonadado cuando se levantó con el resto- Eso significa que tu eres…-
-Starswirl Wulfric Lailoken “el barbudo”- dijo el fantasma sonriente con una reverencia
-¡IIIIIIIII!-
El grito de Twilight puso en guardia a todos y no pareció avergonzarse cuando se adelantó a mirar al mago a la cara.
-¡Dios mio, dios mio, dios mio!- gritó eufórica con una sonrisa casi psicópata- ¡Eres él! ¡Digo, eres tú! ¡Cielos, nunca pensé que te conocería en persona! ¡Lo sé todo sobre ti! ¡Conozco todo lo que hiciste, los conjuros que creaste e incluso tus pasatiempos más secretos! ¡Me he pasado media vida en saber todo lo que has hecho!-
Starswirl se encogió ante la mirada penetrante de su fan.
-Caray…pues menuda pérdida de tiempo, no puedo creer que alguien se aburra tanto como para aprender una vida de un desconocido antes de vivir la suya propia-
Twiligth apagó su sonrisa ante ese comentario, pero antes habló Rayner.
-Si tú eres el famoso mago, ¿Por qué nos has atacado?-
-Vosotros le atacasteis primero, yo quería preguntar- dijo Pinkie
-Bueno, es que lo vi con esa pinta y…- se excusó Luna
-Oh, lo siento. Cuando uno lleva tantos siglos solo se olvida de su aspecto - sonrió el mago.
-Eso da pie a otra pregunta, ¿cómo has sobrevivido todo este tiempo?- Inquirió Twilight.
-Obviamente no he podido- dijo Starswirl sonriente- Ahora no soy más que un alma semisólida unida a este mundo-
-¿Cómo?-
-Se trata de un conjuro que liga el alma a un objeto, de esta forma mientras no se mueva el objeto, el alma permanece en forma de fantasma por los alrededores del objeto. El objeto que usé es el libro del que hablé en mi diario-
-¿Y por qué lo hiciste?- preguntóasombrado el humano-
-Cuando finjí mi muerte, escapé con el libro a este lugar. Me quedé protegiéndolo pero al cabo de unos años mi cuerpo no aguantaba más sin sol, aire fresco o comida que no fueran gusanos o arañas-
-¿Te alimentabas de eso?- inquirió Luna poniendo gesto de asco.
-No estan tan mal…sabe un poco a queso rancio y de hecho, me encanta el queso. Mi hobbie favorito era la elaboración de queso, una lastima que nunca consiguiera que la leche supiera a fresa, habría estado muy bien un queso con sabor a frutas, ¿No creéis?-
-Tantos siglos lo han vuelto loco- susurró Rayner a Luna.
-De echo, ya era así antes- contestó la princesa con una sonrisa- Nos enseñó magia a mi hermana y a mi cuando eramos niñas-
-Centrese, por favor- pidió Twilight
-Ah si, perdón- continuó el mago- El caso es que ya en mis últimos momentos pensé “Ojalá existiera una manera de ligar mi alma a este mundo. Pero necesitaría ser el mago más poderoso, alucinante y épico que hubiera visto este mundo…Espera un momento, ¡pero si lo soy!” Unas palabras mágicas, una concentración decente y ¡BUM! ¡Starswirl el barbudo volvió en carne y hueso, nena!….no literalmente, claro está, mas bien en alma y espíritu.-
Todos se quedaron mudos ante la naturalidad de la explicación.
-Y hablando de mentes extraordinarias, ¿Quién fue el que descifró mi mensaje?-
-Eh…fui yo. Señor- murmuró Twilight.
-¡Por mi barba! ¡Una poni tan joven y guapa y aún así con una mente tan brillante que puede que rivalice con la mía! ¡Me alegra saber que los unicornios seguimos teniendo las mejores ideas!- sonrió el mago radiante de felicidad, haciendo que Twilight se ruborizara enormemente al recibir ese alago de su ídolo.
-¿Entonces sabe que pasó de verdad en la historia? ¿El origen de “las llamas negras”?- inquirió Rayner
-En efecto-
-Pero yo y mi hermana vivimos en la misma época que usted, ¿cómo es que no recordamos nada de eso?-
El fantasma se volvió a Luna y abrió muchos los ojos.
-¿Princesa Luna? ¡Por mi barba! ¡Cuánto habéis crecido!-
-Es lo que pasa cuando pasan mil años - respondió la princesa ruborizada.
-¿Mil años?, ¡Caray, a mi se me han pasado volando!-
-Responda, por favor- pidió impaciente Rayner
El mago bajó despacio la cabeza.
-Si yo lo recuerdo es porque yo fingí estar muerto, ya que todo ser viviente fue forzado a olvidar lo ocurrido…eso os incluye a vosotras, princesas-
-Hemos venido a descubrir la verdad de nuestra nación- dijo decidida Twilight.
Starswirl asintió y se acercó a una de las columnas, abrió un pequeño compartimento y señaló un libro encuadernado en tela roja con cintas de bronce, en la portada estaba un amuleto de madera con los símbolos del sol y la luna superpuestos.
Rayner se acercó y miró el libro.
-¿Qué eres tú exactamente, jovencito?- preguntó el fantasma al humano.
-Oh, soy un humano- contestó Rayner
-¿Y todos sois así?-
-No…digamos que han pasado varias cosas últimamente.
-Bueno, de todos modos no es bueno que el pasado se meta en el presente. A veces ya sobra con que lo haga el futuro-
El humano tomó el libro y al instante, el fantasma empezó a desvanecerse.
-Ya llegó la hora de descansar…-susurró Starswirl tranquilo
-¡Espera! ¡¿Por que no nos cuentas tú lo que ha pasado?!-pidió Rayner.
-No soy un buen narrador- dijo el mago- Simplemente, no pienses muy mal cuando leáis eso…simplemente él hizo lo que creía mejor-
Rayner alzó la mano pero el fantasma se desvaneció con el eco de su última palabra.
-Gracias…por todo-
Rayner se quedó unos segundos con la mano suspendida en el aire, pero la dejó caer, entonces mir´o la portada del diario.
Varias horas más tarde, todos estaban reunidos en la biblioteca del palacio de Canterlot. El grupo de búsqueda contó todo cuanto pudo lo más rápido que pudo para leer cuanto antes el diario, pero aún así les llevó un buen rato. Cuando estaban listos era una noche profunda, pero todos estaban demasiado emocionados para pensar en dormir. Le dieron el libro a Spike, ya que era el mejor narrador de los presentes, abrió el diario, se aclaró la garganta y empezó a leer.
“Diario de Imperios I
primer alicornio y primer rey de Equestria”