CAPITULO 31
Ryner aún no había dicho nada, estaba mirando en el espejo el reflejo de su nuevo cuerpo, aún le costaba creer que todo hubiera pasado tan de repente.
-Bueno, ¿Qué te parece?- inquirió Luna con nervios.
Ryner alzó su mano y acarició una de sus alas, sintió su tacto, desde luego esas alas formaban parte de él, se dio la vuelta y habló con una mirada mezcla entre suplicante y exigente.
-Decidme que podeis revertir esto último- dijo en voz baja
Celestia y Luna cambiaron su expresión al momento, lo que antes era alegría y optimismo ahora era la expresión de alguien que cree que ha cometido un terrible error.
-¿Acaso…no te gusta?- preguntó con miedo Celestia, empezando en que esto sería demasiado para el humano.
-Los ojos, el brazo y la pierna- empezó Ryner- Nunca podré agradeceros lo suficiente en volver a permitirme ver y caminar…pero esto- señaló sus alas- ¿Por qué?-
-Eres un líder nato, Ryner- dijo la princesa del Sol esforzándose por no parecer asustada- Quieras o no, eres un lider…Tras esta guerra que has liderado tú, has demostrado que tienes el coraje y las cualidades de un lider que está dispuesto a darlo todo por su pueblo…¿Por qué no ibas a ser un lider del modo que se hacen los líderes en Equestria?-
-Porque quizás no quiera ser ese tipo de líder…quizas quiera ser un líder a mi manera- dijo sombrío.
Luna y Celestia se miraron, estaba claro, al humano no le había gustado el último regalo.
-No pareces que te quejes de los ojos o tus nuevas extremidades- dijo Jade, algo molesta por la expresión del humano.
-Eso no alteraba mi naturaleza básica- dijo el humano fulminando a la minera con ira.
-¿De qué hablas, hermano?- se atrevió a preguntar Spike
-Brazos, piernas y ojos. No son más que metal y cristal pegados a mi cuerpo, se puede vivir con eso. Son como un bastón de madera para un anciano o unas gafas para alguien con la vista débil. Pero esto…- Ryner señaló sus alas y su cuerno, la gente empezó que los ojos de cristal se empezaban a volver de un tono rojizo- ¡Esto afecta a mi carne y mi sangre! ¡Me habéis convertido en uno de los vuestros! ¡Ya no soy humano!-
Los presentes dieron un pequeño paso atrás, atemorizados por las palabras del humano.
-¡¿Qué hacer ahora?! ¡Los humanos son una raza caótica y sin sentido, pero eran mi raza! ¡He vivido siempre como un humano! ¡Y ahora sin más soy un alicornio! ¡Ya no podré ver nada igual, y no porque mis ojos sean de cristal!- los ojos de cristal eran de un rojo más intenso.
-¡Es como se hacen las cosas aquí!- saltó Twilight molesta por los gritos de rabia del humano-¡Todo aquél que vale, se le transforma para que guíe al pueblo, admitiendo de esa manera que es alguien importante! ¡Deberías estar agradecido! ¡Es un gran honor que no muchos han tenido!-
-¡Nunca he dicho que quiera semejante honor!- gritó el humano, todo había pasado muy rapido, esperaba que fuera sólo un mal sueño y se levantaría de nuevo en el hospital vendado sin ojos, brazo ni pierna.
-¿Significa esto que ahora tendré mi propio reino o algo así?- preguntó Ryner esforzándose en vano por no alzar su voz.
-Bueno…con el tiempo, cuando aprendas podrías llegar a…-
-¡NO!- gritó el humano interrumpiendo a Celestia, ahora los ojos de cristal se habían tornado de un color rojo vivo.
-¡NO OS HE PEDIDO ESTO! ¡NO PUEDO HACER ESTO!-
-¡Vamos grandullón, acabas de hacer explotar una nave espacial! ¿Acaso ser príncipe te va ha costar más?- preguntó AJ con el entrecejo fruncido.
-¡CLARO QUE VA A COSTAR MÁS! ¡VOLAR UNA NAVE ESPACIAL ES MUY FÁCIL COMPARADO CON GOBERNAR UNA NACIÓN! ¡TAL VEZ SEPA COMANDAR A UN PUÑADO DE SOLDADOS EN UN AMBIENTE GUERRERO, PERO ESO NO SE PUEDE COMPARAR A MANDAR UN REINO! ¡LOS DE MI CLASE NO VALEN PARA ESO!-
-¿Los de tu clase?- preguntó Pinkie Pie
Ryner, respiró ondo y aunque sus ojos seguían rojos, se esforzó por bajar su tono.
-¡Los humanos, Pinkie! ¡Os he dicho que mi mundo está dominado por seres corruptos, personas crueles y vanidosas que sólo les importan ellas mismas! ¡Tal vez empezaran como personas de buen corazón, personas que querían crear un mundo mejor, pero el poder les acabó corrompiendo y convirtiéndolos en eso que intentaban destruir!-
Twilight intentó decir algo pero Ryner no lo permitió.
-¡¿Por qué creeis que no he hecho ningún esfuerzo por volver a mi mundo?! ¡¿Por qué creeis que he arriesgado tanto para salvar esta tierra?! ¡¿Por qué creeis que digo ahora Equestria es mi hogar!?-
Todos intercambiaron miradas, nunca habían visto a Ryner tan alterado.
-¡Porque este mundo aún tiene esperanza! ¡Porque mi mundo es una abominación llena de odio, tristeza y muerte! ¡Y han sido los humanos los que lo han convertido en ese agujero infernal! ¡Si yo acabo en un puesto de poder, acabaré haciendo que este bello mundo sea tarde o temprano el infierno que es mi tierra natal, acabaré imponiendome sobre los demás y obligándoles a que acepten mi ideología, ya sea buena o mala! ¡Me convertiré en esos que gobiernan mi mundo! ¡Puedo tolearar que una raza cruel y despiadada destruya mi hogar, pero no puedo permitir que yo sea el que origine esa destrucción!-
-Pero acabas de afirmar que ya no eres un ser humano- dijo Fluttershy con miedo y aunque Rarity le tapó la boca para evitar añadir más leña al fuego, las palabras llegaron al humano.
Ryner se echó las manos a la cabeza, ya ni sabía por qué estaba discutiendo.
-¡Otra cosa es esa! ¡¿Cómo gobernar una nación cuando ni siquiera sé lo que soy ahora?! ¡Me gustaba ser humano, me encantaba serlo y ahora tengó que empezar de cero a ser un alicornio! ¡No quiero ser un alicornio!-
El humano cayó de rodillas ante los presentes, confuso, lleno de dudas y golpeó el suelo con sus puños, el que era de metal hizo una pequeña abolladura en el suelo.
-¡¿Cómo elegir entre la raza humana, que forma parte de mí y está llena de esas cosas horribles o ser un un alicornio, lo cual va contra mi personalidad e instintos?!- pregunó arrugando su rostro.
Ryner no escuchó nada, pero entonces una escamosa garra se apoyó en su hombro, al alzar la vista, los ojos de cristal rojos se encontraron con los ojos verdes de Spike, que sonreía tranquilo.
-¿Y por qué no ser ambos?-
La respuesta le golpeó como un puñetazo, Ryner recordaba que le había hecho esa misma pregunta a Spike, meses atrás cuando a él le surgió la duda existencial de qué raza elegir, pony o dragón.
Ryner no pudo aguantar más, se levantó y salió corriendo de la sala sin despedirse.
Por suerte, apenas se encontró con nadie afuera y consiguió llegar sin percances a la muralla sur, la misma muralla donde había rto con Luna y la misma muralla donde había dado el discurso a las tropas antes de la guerra, subió arriba y contempló el horizonte, donde se empezaban a notar los colores rojizos del atardecer.
Ryner miró con sus nuevos ojos, no lo sabía pero ahoran eran de un color amarillento. Contempló su nuevo brazo, metálico y de color negro con runas rojas, al igual que con la pierna. Movía las extremidades por actos reflejos pero cuando se intentaba concentrar para moverlos él por voluntad propia, costaba bastante más que antes. Eran más insensibles que su carne, como tener un brazo envuelto en una apretada cinta aislante, podía sentir a través del metal, pero no directamente el metal en sí.
Los ojos eran más normales, se veía todo perfectamente, incluso demasiado bien, como observar a través de un telescopia que acabaran de sacar brillo a la lupa. También observó que eran más eficientes que sus viejos ojos, podía enfocar su visión en un punto a una gran precisión y leyó sin problemas un cartel de entrada a al menos un kilómetro.
Las alas era lo más curioso, después de dudar durante un rato, intentó moverlas, y fué más facil de lo que esperaba, las alas se agitaban con fuerza siguiendo las instrucciones del humano pero eran muy incómodas, era como si de la nada hubieran salido un par de brazos extra en la espalda. Ryner apretaba los dientes, pero cuanto más se concentraba, más le costaba. Intentó hacerlo como con su nuevo brazo y mover las alas más por instinto o reflejo que por orden. Funcionó pero aunque los movimientos eran fuertes no eran muy precisos, ver a Ryner aletear era como ver a un gato caminar con botas, daba risa y pena a la vez.
-Necesitarás más que eso para despegar, hermano-
Ryner se dio la vuelta y vió a Spike acercarse por la muralla, cruzando los brazos.
El humano no saludó y se sentó en el borde de la muralla, aún tenía mucho en lo que pensar.
Spike se sentó a su lado y dejó los pies colgando en el borde mientras contemplaba el cielo rojizo.
-Yo pasé por esto también por si lo has olvidado- empezó el dragón tranquilo- y al igual que a ti, no me preguntaron si quería cambiar. En parte es porque fui criado por ponies pero también hubo alguien que simplemente decidió que fuera lo mejor de ambos-
Spike dirigió una mirada al humano y este recordó cómo había decidido casi sin tener en cuenta la opinión de Spikeel convertirlo en lo mejor de ambas razas. El humano se sintió un poco avergonzado por ser tan egoísta.
-Al final salió muy bien- dijo Spike estirando su largo brazo. Ahora tenía un gran físico guerrero comparado con su cuerpo regordete de antes de que Ryner lo entrenara.
-Siempre hay riesgo cuando combinas dos cosas, saben bien el chocolate con la mantequilla de cacahuete pero sólo porque alguien decidió arriesgarse a mezclarlos…también habría podído salir una aberración en el mundo de los dulces-
Ryner miró al dragón, alzando una ceja por el extraño ejemplo.
-Yo veo tres posibles caminos- continuó el dragón sin darse cuenta de la mirada- Puedes ser humano con ese nuevo cuerpo y convertirte en un monstruo, puedes ser un alicornio y nunca sentirte cómodo contigo mismo o puedes intentar ser lo mejor de ambos y arriesgarte a que salga una aberración o una buena barra de chocolate con mantequilla de cacahuete…Como hice yo-
El dragón le dio una palmada en la espalda a Ryner y se levantó, Ryner se miró su nueva mano metálica y antes de que Spike bajase por las escaleras, Ryner alzó la voz para que le escuchara mientras reía.
-¡Es el ejemplo más ridículo que he escuchado! ¡Podrías haber usado el bronce como mezcla del estaño y cobre!-
Spike sonrió aunque no se dio la vuelta.
-¡Puede que tu me convertistes en lo que soy ahora, pero siempre he sido yo mismo de una forma u otra! ¡Yo decido cómo ser y cómo hablar!-
Una hora más tarde, cuando era ya de noche, Ryner seguía en la muralla. Luna se le acercó, algo temerosa pero Ryner se dio la vuelta con mirada decidida.
-No tomaré el trono de ninguna nación-dijo con serenidad- Pero estoy dispuesto a ayudar a Equestria mientras esté en mis manos, ya sea luchando o ayudandoos a tomar decisiones…de momento, me bastará con aprender a vivir con este nuevo cuerpo-
Luna sonrió, satisfecha con una respuesta tan al estilo de Ryner y se colocó a su lado, observando el paisaje nocturno.
-Bueno…¿entonces has decidido aceptar tu parte de alicornio?- preguntó Luna algo sonrojada mientras se acercaba un poco al humano.
Ryner sonrió y colocó su mano de metal sobre la cabeza de Luna y la apartó un poco con mucha suavidad.
-Sólo hace unas horas que soy medio alicornio…no me metas prisa-
Luna lanzó una risita, le bastaba con eso de momento.